Las uniones matrimoniales vuelven a recuperarse después de que en los años posteriores al comienzo de la caída de la economía descendiesen en las comarcas, al año, por debajo de los dos centenares. El primer año del comienzo de la crisis fue el que más bodas se formalizaron, con 282, incluso más de las 251 habidas en 2007.
El pico mínimo de ceremonias se produjo en 2014, con 171 y sirva como ejemplo que en Dozón en todo ese año no hubo ninguna unión matrimonial. A partir de ahí y hasta el año 2017 los registros fueron mejorando para colocarse en un promedio de algo más de 200. En la última anualidad de la que se disponen de datos fueron 192, de las que 67 y 51 se celebraron en Lalín y A Estrada respectivamente, mientras que en Silleda fueron 33. En Rodeiro solo una, ocho en Agolada, tres en Dozón, siete en Forcarei y una decena en Cerdedo-Cotobade. En esta década en Lalín se registraron hasta 710 uniones matrimoniales, por 762 en A Estrada y solo 16 en el término municipal de Dozón.
