El informe anual de Ecoembes también analiza la recogida de papel y cartón por habitante, y el número de contenedores azules con que cuenta cada municipio. De los ocho concellos con datos (recordemos que Dozón no dispone aún del servicio), la mitad sí logra mejorar la ratio por habitante. Son Lalín, Rodeiro, Vila de Cruces y Forcarei.
La capital dezana muestra un depósito de 13,2 kilos de papel por habitante y año, justo un kilo más que en 2017. Mantiene sus 104 contenedores. Silleda, en cambio, se queda en los 11,1 kilos, mientras que en 2017 el promedio era de 12,2. El concello trasdezano cuenta con 41 contenedores de tipo semiurbano. En el municipio vecino de Vila de Cruces, sus vecinos pasan de reciclar 11,2 kilos a 12 al año. El municipio tiene 32 contenedores azules repartidos por todas las parroquias y el casco urbano.
En los municipios menores, Agolada muestra una profunda caída en cuanto a la entrega de cartón. Si la ratio de 2017 era de 5,8 kilos, ahora está en los 3,4. Los agoladeses disponen de 12 contenedores, más que los 7 que hay en Rodeiro. Este municipio, además, perdió tres depósitos en un año y sus vecinos entregan en ellos 8,6 kilos, frente a los 8,3 del ejercicio precedente.
En Tabeirós-Terra de Montes, los estradenses entregaron 11,3 kilos, por debajo de los 11,9 del año anterior. Hay 57 contenedores. El vecino Cerdedo también empeora en cuanto a la entrega de papel y cartón, pues baja de los 13,4 a los 12,8 kilos en sus 27 colectores. Quien sí sube es Forcarei, que si en 2017 tenía un promedio de 5,8 kilos, ahora llega a los 6,5. Dispone de 32 colectores.
