La Consellería de Cultura e Turismo de la Xunta de Galicia y la Diócesis de Santiago firmarán esta mañana un convenio de colaboración que brindará la oportunidad de restaurar los retablos de los templos parroquiales de Berres y Guimarei, en el Concello de A Estrada. La actuación llegará después de varios meses de gestiones para dar respuesta a la preocupación existente entre los vecinos de ambas parroquias estradenses por el avanzado deterioro que actualmente presenta este patrimonio. El alcalde, José López Campos, asistirá a la firma de un acuerdo que suscribirán -será a las 13.00 horas en San Caetano- el conselleiro Román Rodríguez y el arzobispo Julián Barrio.

El munícipe explicó que fue en el verano de 2018 cuando el Concello comenzó a trabajar en esta cuestión. Aseguró que encontró gran sensibilidad y receptividad en la consellería, con visitas del titular de este departamento autonómico y de la directora xeral de Patrimonio. López Campos incidió en que vecinos de Guimarei y Berres acudieron al ayuntamiento "preocupados" por el mal estado de unos retablos de importante valor, que presentan, a mayores, problemas estructurales que tendrán que ser afrontados durante las obras.

Estas tendrán ligado un presupuesto de 110.000 euros -55.000 euros de inversión en cada templo- y un plazo de ejecución de cuatro meses. Después de la firma del convenio de hoy, en virtud del cual se pondrá a disposición de la consellería estos elementos patrimoniales para la realización de actuaciones de conservación y restauración, la Xunta se encargará de licitar los trabajos, que serán asumidos por una empresa especializada.

El mandatario estradense avanzó que ambos retablos tendrán que ser desmontados íntegramente. Fue entonces cuando señaló que presentan problemas estructurales por la acción de la polilla y también problemas de fijación. Una vez reparados, recuperarán sus piezas y policromías originales.

En el caso de la iglesia parroquial de San Xiao de Guimarei, el informe elaborado por la Xunta recoge que el templo comenzó a construirse en 1708 por parte del maestro de cantería Andrés de Fontaíña. De estructura y características barrocas, está formada por dos volúmenes principales y un elemento singular que hace de campanario. La última intervención en el inmueble data de 2004 y consistió en la reparación de la fábrica de granito de la torre del campanario, la sustitución de la cubierta de la nave principal y revisión de las laterales, así como picado y reposición de morteros de los revestimientos interiores, entre otras acciones. En cuanto al retablo mayor, es de origen barroco, con unas dimensiones de 5,55 metros de ancho por otros tantos de alto. Presenta un cuerpo principal dividido en tres por columnas salomónicas, decoradas con hojas de vid y racimos de uvas. En la parte central está el Sagrario, en el interior de un baldaquino, compuesto por columnas salomónicas. En él hay un camarín en cuyo interior se encuentra la imagen del Niño Jesús. El lateral izquierdo del retablo alberga la imagen del Sagrado Corazón y, el derecho, la de la Virgen María.

Los técnicos pudieron comprobar un ataque grave de termita al retablo, en la zona de mesado, en el capital de la columna lateral izquierda y en la zona derecha del ático, donde se pudo observar espuma de poliuretano expandido aplicada para evitar la caída. Se indica asimismo que la policromía original de las imágenes está cubierta por un grueso repinte de pintura plástica que la oculta totalmente. Las zonas doradas al agua están también cubiertas por un repinte que oculta el original. Se observa la instalación de un cableado eléctrico en la zona del cuerpo principal del retablo que se pretende eliminar.

En Berres, el retablo mayor de la iglesia es de estilo barroco, con seis metros de ancho por siete de alto. Se asienta sobre un sotobanco de madera apoyado en su zona central sobre un banco de piedra. El cuerpo principal está dividido en tres partes por cuatro pilares de fuste cuadrado con decoraciones a base de racimos, cintas, frutas y borlas. En la parte central se aprecia -siempre según recogió el informe- un baldaquino de dos alturas, con el sagrario-expositor en la inferior y una imagen del Niño Jesús en la superior. La imagen de la Virgen entregando el Rosario a Santo Domingo puede verse en el lateral derecho y la de San Gregorio Magno, en el izquierdo.

Explican que la última intervención en el inmueble es de 2006, para reparar la cubierta y evitar filtraciones de agua que estaban provocando daños en el retablo. Los técnicos comprobaron un grave ataque de termita, previsiblemente causando serios daños a nivel estructural en el retablo. La policromía y los dorados, tanto del retablo como de las imágenes, "presentan graves problemas de descohesión, debido a los movimientos de soporte causado por los cambios en la humedad y temperatura en el interior del templo". Se apuesta por corregir un repinte de la época actual que cubre la totalidad el retablo, a excepción de zonas doradas con oro fino, que son originales. Se indica asimismo un desprendimiento del extracto pictórico y la instalación de cableado eléctrico en la zona del cuerpo principal del retablo.