El civismo se presume, pero muchas veces solo aflora cuando hay testigos. Para muestra, las imagen que ofrecen muchas aceras del casco urbano de A Estrada y, en concreto, la que de un tiempo a esta parte muestran las de A Baiuca, la nueva zona de servicios de la capital estradense. Los excrementos de perro se han vuelto una constante sobre la vía pública, suscitando malestar entre los vecinos que sufren la falta de civismo de los propietarios de estos animales. Ante esta situación, desde el Concello se anuncia que la Policía Local incrementará la vigilancia en esta zona y sancionará a las personas que no recojan -como están obligadas- las defecaciones de sus animales de compañía en espacios públicos.
Transitar a comienzos de esta semana por las inmediaciones de la nueva escuela infantil y el futuro centro de salud de la villa obligaba a llevar los ojos bien abiertos para ir esquivando la sucesión de excrementos de perro, previsiblemente resultando del paseo del fin de semana anterior. La zona se presta. Hay campo y un espacio amplio para que los animales puedan correr, sin que el tráfico en el entorno recientemente urbanizado sea intenso, en especial en las jornadas del sábado y el domingo, cuando las puertas del centro educativo están cerradas y se detiene la actividad en las obras del nuevo ambulatorio.
Son muchos los propietarios de perros que escogen esta zona de la villa para salir a pasear con sus mascotas. Sin embargo, algunos de ellos olvidan en este esparcimiento su obligación de recoger y depositar debidamente los excrementos de sus mascotas para evitar molestias a los demás ciudadanos.
Desde el Concello se reconoce la problemática, que se extiende a otras calles de la villa, desde las periféricas hasta las más céntricas. Recuerdan desde el departamento de Medio Ambiente que la sanción recogida en el reglamento municipal en esta materia es de 90 euros. Sin embargo, en el caso de que la Policía Local sancione a algún ciudadano por no recoger de manera inmediata las deposiciones de sus animales de compañía, la cifra será ahora distinta. Explican que el ayuntamiento ha de acatar ahora lo establecido en la nueva ley autonómica -la Lei 4/2017 de Protección e Benestar dos Animais de compañía en Galicia-, que tipifica la no recogida de los excrementos de animales de compañía en la vía pública como una infracción leve que lleva pareja una sanción económica de entre 100 y 500 euros.
El incremento de la vigilancia y la imposición de sanciones se ve como la única salida a una situación contra la que la administración municipal ya trató de luchar a través de sucesivas campañas de concienciación. Lo intentaron incluso los propios ciudadanos. Fue este el caso de comerciantes de alguna de las calles más céntricas de A Estrada, que no dudaron en colocar carteles en sus escaparates, reconociendo que el perro tiene esa necesidad y el dueño la correspondiente obligación de recoger estas deposiciones.
Es, precisamente, el entorno de A Baiuca el escogido para la apertura del nuevo parque canino de la villa, un entorno cuyo acondicionamiento está ultimando el Taller de Empleo. No obstante, se advierte de que en este recinto también será obligatorio retirar los excrementos.
