--Dice que este es el espectáculo de su vida pero ha habido papeles que inevitablemente le han marcado. Hablamos del Chema de Aída , que le ha acompañado tanto tiempo?
-Por supuesto. Yo tengo un recuerdo buenísimo, no solo de ese personaje sino de ese período profesional de mi vida que fueron diez años. Normalmente uno no está tanto tiempo con los personajes. Curiosamente tanto Chema como el clown son los personajes que más he interpretado a lo largo de mi vida y quizás por ello sean los que más he disfrutado porque he podido jugar con ellos, moverlos en distintos ámbitos, jugar al matiz... Del Chema de Aída tengo un recuerdo fantástico y le debo muchísimo, tanto desde el punto de vista espiritual, que he disfrutado mucho con él, como desde el punto de vista profesional porque me ha dado a conocer y la gente me sigue llamando todavía Chema por la calle. Es un personaje que creo que estará ya siempre ligado a mí.
--Hay otra faceta suya quizás más desconocida que le ha tenido estos días por el Sáhara.
-Sí. Yo trabajo desde hace 25 años con Payasos sin fronteras y con Payasos en rebeldía prácticamente desde su creación. Esa es otra faceta que provoca que el payaso ocupe tanto espacio en mí porque, además de ser una herramienta para vivir, es una herramienta par poder poner al servicio de causas como esta en las que no recibes una recompensa económica, pero sí una recompensa si cabe más valiosa. Algo que haces por vocación y que provoca risas en lugares tan complicados pues hace que te sientas útil, que tu trabajo tiene un sentido, que va más allá de lo puramente profesional. Evidentemente lo hago por ellos, pero también por mí porque me hace conectarme con la realidad, conocer gente que de otra forma no conocería; me hace experimentar sensaciones muy complejas y contradictorias. Por un lado está la sensación de hacer reír y, por otro, la sensación de que es muy poco lo que puedes hacer... No puedo dejar de hacerlo. Creo que también hay una sensación de que por poco que hagas, merece la pena hacerlo aunque no solucione gran cosa.
--¿En qué otros proyectos está metido ahora?
-Estoy con una función de teatro que estrenaremos a finales de enero en Madrid, en el Teatro Infanta Isabel, que es una función que trata sobre la esquizofrenia, sobre la enfermedad mental. Estaremos cinco semanas en Madrid. Inmediatamente después tengo una ópera en el Teatro Real de Madrid, en la que participo como actor, no como cantante [risas], pero que también me hace mucha ilusión. Después hay una función que haremos en Madrid en el mes de mayo de José Padilla. Estoy ahora mismo metido en el teatro, esperando el estreno de la serie de televisión en Antena 3 Matadero, que ya se ha empezado a promocionar y creemos que se empezará a emitir a primeros de año. Y luego, pues con otros proyectos de tipo audiovisual: un documental sobre refugiados, otros proyectos con un autor literario sobre el que querríamos hacer un documental ficcionado... Pero fundamentalmente ahora mismo estoy volcado en el teatro.
