La población inmigrante suele tener problemas para acceder al mercado laboral por múltiples situaciones como el idioma, la convalidación de su formación, entre otros condicionantes. Pero el incremento de los ciudadanos procedentes de otras nacionalidades en Deza y Tabeirós-Montes se traduce también en un mayor número de activos, pues de los algo más de dos millares de extranjeros de todos los tramos de edad que figuran en el padrón de las comarcas, más de 600 ya cotizan a la Seguridad Social. El dato exacto es que de los 2.133 foráneos, 624 desempeñan un puesto de trabajo. El porcentaje es todavía sensiblemente menor al de aquellos vecinos de nacionalidad española con un empleo, que en las comarcas son 24.524 -dato del pasado mes de junio- dentro de una población absoluta de 70.634 personas.
La mano de obra de trabajadores que llegaron a las comarcas en busca de un empleo se ha incrementado en un año en exactamente medio centenar de casos, una vez que en el mismo período de 2017 había 574. Y son 86 más si no retrotraemos al cierre del primer semestre de hace un lustro, cuando la cifra se situaba en 538 personas de otras nacionalidades. En la comparativa anual se constata que la práctica totalidad de los ayuntamientos de las dos comarcas ven incrementado su número de afiliaciones a la Seguridad Social salvo los casos de Vila de Cruces y Dozón, donde el censo baja en tres personas y se mantiene sin cambios respectivamente.
Lalín cerró el primer semestre del presente año con un total de 7.368 personas cotizando con sus salarios al sistema público, de los que 235 son extranjeros. Cabe recordar que en los algo más de 20.000 habitantes que figuran en su padrón municipal, hasta 1.088 personas han nacido en otros países. Los extranjeros que están trabajando en la actualidad son 13 más que los que había doce meses antes. En los últimos tiempos se marca una tendencia prácticamente constante de más activos extranjeros ya que la capital dezana, aunque claramente fue el municipio de la zona con más foráneos trabajando, hace un lustro esta cifra no alcanzaba los dos centenares.
En Silleda se produce el crecimiento porcentual anual más importante al sumar 17 extranjeros al mercado laboral respecto de los que había en junio de 2017, situándose ahora en 193; es decir, muy cerca de Lalín. En el territorio trasdezano la población de otros países aglutina a 402 individuos dentro de un censo total de menos de 9.000 personas. A Estrada, el concello más poblado de Deza y Tabeirós-Montes los extranjeros son un tercio de los que tiene Lalín y casi un centenar menos de los empadronados en Silleda. En consecuencia, su incidencia en el mercado laboral también es más baja, con 102 cotizantes de un total de 7.464. Aún así, en un año la mano de obra de los foráneos crece en nueve personas. Sí llama la atención en la capital de Tabeirós la progresión de individuos de otras nacionalidades que llegaron a esta localidad para trabajar si se echa la vista atrás solamente cinco años, pues entonces solamente eran 79 entre los más de 6.700 totales.
A medida que observamos los registros en los municipios de menor entidad poblacional, evidentemente la incidencia de los ciudadanos extranjeros en su mercado laboral es más pobre. Si en Lalín, el concello con más foráneos trabajando, su peso en términos porcentuales no alcanza ni el 3,2%, en Vila de Cruces son poco más de uno de cada cien. En este municipio están cotizando a la Seguridad Social 22 de sus 82 vecinos -en edad de trabajar o no, como en las comparativas anteriores sobre un censo absoluto-, mientras que la afiliación incluye a un total de 1.911 personas. En Rodeiro son 17 Uno más que hace doce meses) los trabajadores de otras nacionalidades dentro de un total de 20 personas; es decir, se puede concluir que la práctica totalidad gozan de un empleo, en un municipio con algo más de 2.500 personas y 957 activos.
En Agolada son la mitad los foráneos de todas las edades los que trabajan, con 12 cotizantes (dos más en un año) de 22 empadronados. Mientras, de sus 2.431 habitantes, los que cotizan a la Seguridad Social son 764. En Dozón son tres los activos de un total de 11 que figuran en su censo (los mismos que un año atrás) y de sus 1.179 vecinos de pleno derecho están trabajando exactamente 411. En Forcarei la mano de obra de extranjeros ha crecido en tres casos en doce meses para sumar 17 de los 32 residentes, mientras que de las 3.523 personas que viven en la localidad, 1.051 está activa. Y en Cerdedo-Cotobade hay 23 foráneos con un empleo de sus 111 totales. Los activos absolutos son 1.767 de los 6.107 habitantes.
