En un verano atípico, el termómetro volvió a colocarse ayer por encima de los 30 grados en la comarca dezana, solo tres días después de un domingo marcado por la lluvia y temperaturas más propias del mes de mayo. La jornada festiva y el intenso calor convirtieron al casco urbano de Lalín en un páramo desierto, ya que buena parte de los residentes aprovecharon para refrescarse en las playas fluviales de la zona o desplazarse, directamente, a la costa. Las decenas de fiestas patronales en honor a la Virgen en las parroquias del entorno también explicaron el vacío que ayer se sentía en el núcleo de Lalín.

Según las previsiones de Meteogalicia, para hoy las temperaturas ya serán un poco más llevaderas, de modo que si ayer las máximas fueron de 31ºC, hoy bajan a los 25. Eso sí, la mínima sube de una forma casi imperceptible, de 14 a 15 grados. La previsión a medio plazo indica que, al menos hasta el próximo jueves, día 23, el mercurio rozará los 30 grados en su valor más alto. Los cielos estarán despejados y la posibilidad de precipitación durante estas jornadas será, como mucho, de un 20%. No hay ningún tipo de alerta por una nueva ola de calor en la comunidad.