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La deuda viva de las administraciones locales de las comarcas

Los concellos deben a los bancos la mitad que en la crisis y 10 millones menos que hace un lustro

En 2013 tenían préstamos por 16,7 millones y el último balance cae hasta 6,4 -Cuatro municipios, sin pasivo

Agolada tiene la deuda bancaria por habitante más elevada de las comarcas. // Bernabé/Javier Lalín

El nivel de endeudamiento de las administraciones locales ha descendido notablemente en el último lustro y también con respecto al comienzo de la crisis. La recesión económica no supuso un impedimento para que los concellos de las comarcas mantuviesen o incluso incrementan sus préstamos, pero el alto grado de amortización y no cerrar nuevos acuerdos con las entidades financieras han sido claves para colocar el pasivo, al término del año pasado en un de 6,4 millones. Es más, cuatro ayuntamientos de Deza y Tabeirós-Montes carecen de préstamos.

Las férreas medidas de control del gasto impuestas por el Estado en los últimos años han obligado a los gobiernos municipales a, por un lado, por ejemplo, liquidar antes de 30 días las facturas que se acumulaban en los cajones. Aunque los concellos no son los principales responsables de la deuda pública, también en el caso de los proveedores, la legislación impone a las administraciones locales que la inejecución presupuestaria deba priorizarse, por ejemplo, en la amortización de deuda. Por eso hay casos como Lalín, que en los últimos cursos ha descendido notablemente su nivel de endeudamiento, un pasivo con los bancos que cinco años atrás se había disparado hasta los 8,1 millones de euros, si bien por un fenómeno coyuntural: la adquisición del multiusos a la antigua sociedad gestora. Si atendemos a los datos absolutos de deuda viva de 2013, los nueve concellos de la zona tenían préstamos pendientes de amortizar por 16,7 millones y a 31 de diciembre del año pasado esta suma era de 6,4. La comparativa de estos cinco años queda del siguiente modo. Lalín pasa de adeudar a las entidades crediticias 8,1 a 1,2 millones, mientras que A Estrada mantiene ahora 1,8 frente a los 2,5. El Concello de Silleda, el que más volumen de dinero debe en la zona, según el último balance del ministerio, adeudaba al cierre del pasado ejercicio 1,1 millones menos de los algo más de 3,4 de entonces. Vila de Cruces, ahora sin obligaciones con la banca, mantenía hace un lustro préstamos por un total de 537.000 euros. Rodeiro es el único municipio de las comarcas que lleva años ya sin deber un solo euro a los bancos. Agolada, pese al sacrificio por amortizar pasivo, conserva una deuda por habitante de casi 360 euros, de nuevo la más elevada de la zona. Sus 874.681 euros pendientes de liquidar son 424.319 menos que cinco años atrás. El nivel de deuda del Concello de Dozón es semejante, con 127.000 euros por los 187.000 de entonces. Forcarei, otro de los ayuntamientos sin deuda viva, mantenía obligaciones por valor de 261.000 euros. La única de Cerdedo-Cotobade, ahora sin préstamos, provenía cinco años atrás al primero de estos territorios y alcanzaba los 373.000 euros.

Si echamos la vista atrás y comparamos la deuda de 2008, en plena crisis y la actual, la comparativa es la siguiente: Lalín debía casi 4 millones (-2,6), A Estrada sumaba 3,7 (-1,9), Silleda alcanzaba los 3 (-749.288 euros), en Vila de Cruces era de 108.000, Rodeiro ya carecía entonces de créditos, en Agolada era de 237.000 (+637.000) y Dozón no tenía préstamos. En Forcarei se sumaba en 97.000 euros y 108.000, Cerdedo, sin deudas en el caso de Cotobade, entonces todavía como municipio independiente.

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