El vecino de Castrotión José Manuel Pereiro Otero, alcalde de barrio de la parroquia estradense de Oca, falleció a los 74 años. Desgraciadamente no pudo superar los problemas de salud que le venían aquejando en los últimos años. El domingo en la misa de Oca el párroco ya había dado cuenta de su situación terminal por expreso deseo de Pereiro, un hombre de fe que pese a su delicado estado de salud se mostraba dispuesto a seguir recibiendo visitas. El pesar de numerosos estradenses por su fallecimiento y el cariño profesado a este pedáneo quedó de manifiesto en la capilla ardiente que acogió ayer el tanatorio San Pelayo de A Estrada y en el funeral por su eterno descanso que se ofició a última hora de la tarde en Oca. Austero, no quiso flores. Solo un pequeño centro le acompañó en el sepelio.

El alcalde de A Estrada, José López Campos, quiso expresar públicamente su pesar por su fallecimiento. "Es una pérdida grande por su dimensión humana... una pérdida irreemplazable", dijo visiblemente afectado. Subrayó que Pereiro se echará mucho de menos en el rural por su condición de "persona entregada, generosa y altruista". "Era una gran persona", resumió, convencido de que es "una gran pérdida para toda la comunidad" estradense. Añadió que era "una persona entrañable y maravillosa" que siempre estuvo "al servicio de sus vecinos", ejerciendo ya de alcalde de barrio con Ramón Campos y ahora con el propio José López. Lo suyo era la vocación de servicio, por lo que también durante el bipartito PSOE-BNG presidido por el socialista José Antonio Dono, Pereiro le daba traslado al gobierno de las necesidades vecinales.

También ensalzó ayer a Pereiro el presidente de la Asociación de Vecinos San Estevo de Oca y edil socialista, Luis Rendo, que destacó el profundo conocimiento que Pereiro tenía de la parroquia.

Es la lógica consecuencia de su gran implicación en los proyectos que eran de interés para su parroquia y las de su entorno, como la reforma de la plaza exterior del Pazo de Oca o la mejora del vial de Callobre a Valboa. Pereiro siempre estuvo a pie de obra, pendiente de cada detalle para que el resultado fuese el más adecuado para los intereses vecinales.

También fue un acérrimo seguidor del Real Celta de Vigo, impulsor e integrante de la Peña Celtista América.