Antonio Rivas y Carlos Puente tienen entre sus aficiones salir a caminar por los montes estradenses y disfrutar al aire libre siempre que pueden. El pasado lunes se les sumó Rodrigo Ares. No se imaginaban estos tres vecinos del casco urbano de A Estrada que en el paraje elegido para pasar la mañana festiva del primero de mayo, el monte de Montillón, se iban a dar de bruces, más que nunca, con la madre Naturaleza.
Tumbado junto a una pista forestal hallaron un potro moribundo, mordido, presuntamente, por el lobo. Las heridas de su pata trasera izquierda le impedían levantarse y junto a él, en ese momento, no había ningún otro caballo adulto. "Poco antes vimos atravesar uno, que no sé si sería la madre, pero allí no se acercó mientras estuvimos nosotros", relata Rivas, quien asegura que llamaron al 112, a la Guardia Civil -que fue hasta el lugar- y a Protección Civil para que fuesen a socorrer a la cría. Su última gestión fue preguntar en la Casa Verdura, de Montillón, si alguien podía saber quién era el dueño. Contactaron con Henrique Bazal, el presidente de la asociación Rapa das Bestas de Sabucedo y este les confirmó que uno de sus socios, que hacía una ronda de comprobación de sus reses, ya había visto antes al animal herido, junto a la que podría ser su madre. Bazal apunta que la yegua estaba marcada, pero que desconoce su identidad. Con todo, y como buen conocedor de este ámbito, asegura que nada podía hacerse ya por salvar la vida del potrillo.
