En los últimos ocho años, el sector porcino ha incrementado un 68% su volumen de exportaciones, según los datos que maneja la Interprofesional de Porcino de Capa Blanca (Interporc). Los principales clientes de esta carne se encuentran en la Unión Europea y son, por este orden, Francia, Italia y Portugal. De hecho, las ventas de carne de cerdo español son tan fuertes en el país galo que los agricultores franceses han decidido etiquetar su producto indicando el origen de la carne, mientras que se niegan a aplicar la misma medida a la leche, como indica el secretario comarcal de Unións Agrarias, Román Santalla.
Este líder sindical confirma que las buenas expectativas del sector porcino a nivel estatal también se dejan palpar en la comarca dezana. "En los últimos tiempos está al alza la apertura de nuevas granjas, sobre todo en Silleda y Rodeiro", indica, mientras los emprendedores de Lalín están a la espera de que se determine la distancia que deben guardar respecto a núcleos. En la práctica, todas las explotaciones que acaban de iniciar actividad son cebaderos, de modo que la titularidad de estas granjas es familiar pero están relacionadas con industrias integradoras, que son las que tienen las explotaciones de reproductoras y les facilitan los lechones para cebar, dos veces al año. En este sentido, Santalla alerta de que "el sector porcino se encuentra en muy pocas manos, ya que cerraron muchas granjas familiares". Pero es que esta actividad supone una diversificación, una alternativa a las granjas de vacas de leche, cuyo precio continúa por debajo de los costes de producción.
Sin embargo, en el sector porcino hay visos de mejora en lo que a precios se refiere. "El primer semestre de 2016 fue una ruina, en el segundo hubo cierta mejora y para este año se espera que los precios sean normales", vaticina Santalla. El mercado de la carne de cerdo se mantiene porque su precio, de cara al consumidor, apenas ha variado en los últimos tiempos, y existe un hábito muy consolidado de consumir este tipo de carne. De hecho, a nivel estatal cada español consume al año en torno a 30 kilos de carne de cerdo, así como unos 28 de carne de pollo. En Galicia, estas cifras son incluso superiores. En cuanto a sus mercados, tiene gran importancia la UE, como indicamos, pero sobre todo el país vecino, Portugal, que está siendo el primer consumidor de porcino gallego durante los últimos 20 años.
El peso del mercado luso permite que el sector porcino gallego no tenga que buscar otros mercados fuera de la UE, como le ocurre al resto de las explotaciones españolas. A nivel estatal está cobrando mucha importancia la exportación a China, que consumió el año pasado 419.000 toneladas de cerdo español. Japón también se encuentra entre los cinco principales clientes, con poco más de 100.000 toneladas, y superado solo por Francia, Italia y Portugal. Entre los productos que más se demandan, se imponen de forma clara las carnes frescas, refrigeradas y congeladas (son el 70% de las exportaciones totales), mientras que los jamones y paletas curados ocupan el segundo puesto, con un 9%, secundados por los embutidos.
