Las últimas precipitaciones de este otoño se hicieron notar en Deza. Anteayer, coincidiendo con el festivo del Día del Pilar, cayeron sobre la estación meteorológica de Mouriscade 13 litros por metro cuadrado (l/m2), lo que supone que solo en un día ya llovió la mitad de lo que cayó en todo el mes de julio y agosto juntos, con exactamente 26 l/m2. Las lluvias fueron persistentes a lo largo de la jornada aunque, eso sí, cayeron de forma más copiosa a media tarde, provocando incidentes de tráfico en Lalín y Silleda y que, por cierto, se saldaron sin heridos de gravedad.
Las precipitaciones, sin embargo, cayeron de forma desigual en la comarca. Mientras algunas calles de Lalín, como Areal o González Taboada, quedaban anegadas en algunos tramos debido a que los desagües no conseguían aliviar los aguaceros, en Rodeiro la tromba de agua fue, más bien, modesta. En la estación de Serra do Faro se recogieron tan sólo 6,4 milímetros de precipitaciones, que mantienen la misma proporción que se daba en Mouriscade: es casi la mitad de la lluvia que se recogió en julio y agosto, con 14,2 l/m2.
Meteogalicia, en la zona de Deza y Tabeirós-Montes, dispone de otra estación en Pereira, la localidad que pasa por ser una de las zonas más lluviosas de la provincia. Este enclave forcaricense registró en la jornada del miércoles 23,4 milímetros de precipitaciones, casi tanto como lo que llovió en el ecuador del verano, 26,6. En el otro extremo se coloca la estación agrometeorológica de Camanzo, en Vila de Cruces, puesto que en todo el día solo recogió 2,7 milímetros de precipitaciones.
El tiempo otoñal, con temperaturas más bien suaves y el paraguas como una estampa típica en las calles, aún acompañará a los dezanos durante varios días. Según las previsiones de Meteogalicia, las lluvias se prolongarán hasta el próximo lunes 17. Así, las temperaturas máximas se moverán en torno a los 14-15 grados durante el fin de semana, mientras que en la jornada de hoy la mínima se desplomará a los cinco grados, que subirá a los 10 a partir de mañana y se mantendrá en ese valor hasta el comienzo de la próxima semana. El martes, entonces, se prevé una jornada de transición hacia cielos despejados que traerán, como es normal en esta época del año, un ligero descenso de las temperaturas mínimas sobre todo durante las horas de la madrugada, aunque en los periodos centrales del día los termómetros alcanzarán incluso los 20 grados, en la jornada del próximo viernes, día 21.