Muchos son los que aspiran llegar a esa experiencia de vida que ronda los 100 años, como aseguran las estadísticas, pero superarla es un auténtico hito, aunque cabe reconocer que cada vez gracias al estilo de vida del siglo XXI sea más usual. De esto puede alardear Ramona Costoyas que supera con creces la barrera de los 100, ni más ni menos que 107 años de vitalidad, buen humor y sin apenas enfermedades.

Ramona, vecina de Quintela, en la parroquia de San Tirso de Manduas celebró ayer sus 107 años con una pequeña comida con los familiares más íntimos. La silledense goza de gran lucidez y buen humor,. En su fiesta de cumpleaños la acompañaron uno de sus tres hijos, Ramón Sueiro, que vive en San Sebastián, su nuera, Tita y su cuidadora María José. Además, hasta su domicilio se desplazaron el alcalde de Silleda, Manuel Cuíña, y la responsable de Benestar Social, Pilar Peón, que le hicieron entrega de un ramo de flores con el fin de felicitar a Ramona en nombre de todos los vecinos y vecinas de la localidad.

La cumpleañera nació en el lugar de Andamollo, también en la parroquia de Manduas, donde se crió con sus abuelos y su madrina después de que sus padres, con algunos de sus hermanos, emigraran a Argentina cuando ella era muy pequeña. De hecho Ramona asegura que "poco me acuerdo de ellos, pero algo sí". Eran siete hermanos, y para conocer a alguno de ellos tuvo que viajar hasta Buenos Aires, después de uno de sus hijos le insistiera, reconoce la mujer. Asimismo, se casó joven, con apenas 20 años, con José Sueiro, vecino de Merza, que falleció en los años 90. La silledense recuerda una vida plena dedicada a la ganadería, desde que era pequeña con sus abuelos, hasta que se casó.

Con su pareja tuvo cuatro hijos, Ramón, Amparo, Luis y José, ya fallecido, todos ellos viven fuera, Ramón, que vino a celebrar con ella su cumpleaños en San Sebastián, Amparo en Francia y Luis en Bilbao, por lo que la que se encarga de hacerle compañía y cuidarla es María José que a pesar de estar con ella todos los días manifiesta su sorpresa a la entereza que muestra Ramona: "Es increíble que a esta edad se acuerde de todo, yo que hablo con ella mucho, me cuenta cosas de su vida y se acuerda como si fuese ayer". Su cuidadora reconoce que solo le hace compañía, puesto que las cosas de casa las realizan los auxiliares de atención al hogar, que según María José "cambian a menudo por lo que tengo que estar pendiente de explicarles dónde están las cosas y qué hay que hacer". Además asegura que la centenaria goza de una salud envidiable, ya que asegura que "no sabe lo que es estar enferma", aunque sostiene que solo se aqueja de una rodilla después de estar siempre sentada.

En cuanto a sus pasatiempos favoritos, Ramona dice que le encanta ver la televisión y que el hecho de tener problemas de movilidad le impiden hacer otras cosas, por eso lo que más le gusta es hablar con su cuidadora y charlar por teléfono con sus hijos alguna vez por semana.