La décima edición de los Premios á Muller Empresaria Maruja Gutiérrez, convocados por el Concello de Lalín, distinguió a Concepción Lamazares (restaurante Agarimo), Marisol Rey Pereiro (Pizza Park), Rosa Hernández Facal (La Taza Dulce) y a Bárbara Navaza. Así lo acordó un jurado que estuvo formado por las concejalas de Muller e Igualdade, Celia Alonso, Katia Procino (Emprego), los agentes de igualdad María Jesús Payo y Celso Taboada y la representante de la AED Yolanda Díaz.

La fundadora del restaurante Agarimo, que abrió sus puertas en la parroquia de Donramiro en 1960, fue condecorada en la categoría Toda unha vida. Rey Pereiro en el apartado Empresaria Innovadora, Rosa Hernández como Xoven Empresaria y de Bárbara Navaza se puso de manifiesto su destacada labor en la promoción de la igualdad. A las cuatro categorías que se fallaron se habían presentado siete candidaturas. Las elegidas destacaron, para el tribunal, por su trayectoria profesional y personal o en el ámbito social. La entrega de los galardones tendrá lugar como es habitual desde que se puso en marcha este premio el próximo día 8, coincidiendo con la efeméride del Día Internacional de la Mujer. El acto será a partir de las 20.30 horas en el museo municipal. Estará presente el alcalde, Rafael Cuiña, miembros del grupo de gobierno y la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella.

Las cuatro premiadas reciben este galardón con sorpresa y al mismo tiempo cierto orgullo ante el reconocimiento al desempeño de un trabajo en los que, como en años precedentes, se enzalza la capacidad de las mujeres para llevar el timón de proyectos emprendedores. Lamazares, que ya había sido reconocida por la Feira do Cocido por su labor de toda una vida dice que cada día acude al restaurante, si bien ahora son su hija y su nieta las que llevan más peso del negocio. "Estoy muy orgullosa y parece que no sa acaban los halagos hacia mi persona", bromea. Marisol Rey abrió su negocio en octubre de 2014 junto a su marido, llegados unos meses antes de Venezuela y hoy son seis en plantilla. Rosa Hernández dejó la fotografía por la repostería como salida profesional. Y Navaza, biznieta de una saga de pasteleros lalinenses, echa una mano en el negocio, pero entre sus múltiples ocupaciones están las de ejercer como asesora y formadora de inmigrantes que llegan a España para facilitarles su inserción social. La salud pública y la cooperación internacional son algunos de los campos en los que trabaja esta lalinense.