Un nuevo ataque de lobos en la zona de O Carrio se saldó ayer con un ternero muerto y una vaca herida. Los cánidos asaltaron un rebaño de nueve vacas y tres terneros que pastaban en un prado próximo a las casas Val do Carrio. Su propietario, Juan Carlos Quintela, explicaba que el ataque se produjo a plena luz del día y a pocos metros de las viviendas y la carretera une Lalín y Vila de Cruces. "Sobre las ocho de la mañana, como cada día, me acerqué a comprobar que todo estaba en orden, a esa hora las vacas estaban tranquilas y sobre las 10.30 horas ya me dieron aviso de que habían saltado la alambrada", apuntaba. Cuando llegó al prado comprobó que le faltaba uno de los terneros y se apresuró en ir a buscarlo. Lo localizó a pocos metros, en una zona de matorrales y con mitad de su cuerpo devorado. Además del ternero, también una de las vacas presentaba heridas en sus muslos traseros.

El ganadero destacaba que el ataque se produjese de día y además a un rebaño de animales adultos. "Aunque tenía tres terneros con las vacas, éstos ya no son recién nacidos. La res que mataron era un macho de tres meses que ya pastoreaba y se defendía". Apuntaba, además, que en la finca aún podían verse las evidencias del forcejeo con los cánidos. "Son vacas de carne que se defienden mejor que las de leche de los lobos pero contra una manada no pueden hacer nada", señalaba.

No es el primer ataque que sufre en su ganadería de 30 cabezas. En poco más de un mes, tres incursiones han dejado un saldo de tres terneros muertos y dos vacas heridas. Los primeros daños fueron en fincas de A Goleta, en Camposancos, "pero decidí cambiarlas para un lugar más cerca de las casas pero parece que es igual". Calcula que las pérdidas directas tras estas incursiones se sitúan ya por encima de los 3.000 euros. El ganadero recalcaba "la impotencia y la rabia" que siente ante este tipo de asaltos que se han vuelto demasiado frecuentes. "Lo peor es que ni te abonan las pérdidas reales, lo que valdría el ejemplar en la lonja, ni te dan una solución".