La Xunta aprobó días atrás la creación de un censo de viviendas en el que los bancos están obligados a inscribir sus inmuebles que estén vacíos. Esta medida afecta a los concellos de más de 10.000 habitantes, que en el caso de las comarcas son solamente Lalín y A Estrada. Fuentes de la Consellería de Vivenda indican que el decreto está en proceso de tramitación después de ser aprobado en el Consello da Xunta del pasado día 12 y entrará en vigor en próximas fechas. Una vez que sea aprobado definitivamente las entidades crediticias tienen un plazo de seis meses para asentar en este registro sus propiedades vacías. En caso contrario se enfrentarán a sanciones de hasta 3.000 euros. Con este censo la Xunta pretende crear un plan de vivienda para personas en riesgo de exclusión.

En Lalín -en A Estrada no se disponen de datos- el Concello estima que la banca tiene en su poder en torno a 600 inmuebles, aunque en este censo no solamente se ciñe a las viviendas. Se trata de bienes de bancos o de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida como banco malo. El dato exacto que sí obra en poder del ayuntamiento es el referido a aquellos inmuebles de la banca que tienen pendiente de pago el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que son 81. Desde el ejecutivo local se conminó tiempo atrás a las entidades crediticias a cumplir con sus obligaciones tributarias.