Uno de los caballos de batalla de los últimos años para Agolada ha sido la elaboración de su Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Y tras más de 15 años de trámites continúa siendo uno de los temas pendientes. A finales de septiembre el Concello presentaba a la Xunta su propuesta para que la administración tramitara su primera evaluación. Más de dos meses después desde el Concello aún no han recibido ninguna contestación sobre dicha tramitación. El alcalde apuntaba que suelen manejar un plazo para esta valoración inicial de entre dos, tres o cuatro meses por lo que "estarán ahora evaluándolo y decidiendo".
Varela recordaba que la confección del plan de urbanismo ha sido uno de los procesos más tediosos de la administración local de los últimos años. "Empezamos con los primeros trámites ya en 1998 y hemos tenido que adaptar el proyecto a la entrada en vigor de varias leyes". En concreto, recordaba que en una de las últimas veces en las que buscaron presentar el plan "llegamos a Santiago a la Xunta y nos comentaron que estaba a punto de entrar una nueva modificación de la ley del suelo y que era mejor que ya incluyéramos las modificaciones". Precisamente la Xunta aprobó en julio de este año el anteproyecto para la nueva Lei do Solo cuya tramitación se esperaba para finales de este año o inicios de 2016. El retraso del plan suscitó, a lo largo de estos años los reproches, en numerosas ocasiones, de la oposición. Tanto el portavoz socialista, José Rivas, como el edil del Grupo Mixto, Manuel Ferro, tenían claro que el Plan de Urbanismo no estaría aprobado antes de 2015. Si bien, los ahora exediles se quedaron cortos en su vaticinio.
Ahora el gobierno se mantiene a la espera de la resolución de la Xunta en la que se decidirá si es el Concello o la propia administración autonómica quien asume el plan según explicaba Varela. "El trabajo está prácticamente hecho" apuntaba el alcalde. Y es que a lo largo de estos años el gobierno también ha decidido abordar con los vecinos la revisión de la propuesta inicial para incluir pequeñas modificaciones "siempre que fuesen viables" para agilizar así su tramitación. De hecho, llegaron a realizar una ronda de encuentros por el rural para incorporar estas modificaciones. "Nos encontrábamos muchas peticiones y muy distintas, algunas que no podíamos atender y otras que intentamos incluir", recuerda. En este sentido, Artoño fue uno de los núcleos donde más modificaciones se plantearon debido al incremento de viviendas en los últimos 20 años.
