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Ataque Escampe, herida y placebo

El grupo cumple 14 años en una etapa de transición tras la marcha de Álex Charlón

De izquierda a derecha, S.Solleiro, Roi Vidal, Lois G. Carlín, Álvaro Trillo y Miguel Mosqueira. // Alba Viñas

Serafín, "as ganas de nadar da xente do interior", el amor "technicolor", los fracasos, las victorias cotidianas y la melancolía es Ataque Escampe. Una banda formada por seis chicos, que un día decidieron sacar a pasear la literatura y la música que emanan de sus dedos: Miguel Mosqueira, guitarras y voz; Samuel Solleiro, guitarras, banjo, armónica y saz; Lois G. Carlín, bajo, teclados y saxo; Roi Vidal, voz, melódica y panderetas; Álex Charlón, voz y Álvaro Trillo, batería.

Un grupo "plural", dice Miguel Mosqueira, que ha cambiado de integrantes a lo largo de estos 14 años. Mosqueira, Solleiro, Vidal y Charlón son los cuatro músicos que permanecen desde el principio. De los cuales habrá que restar a Álex Charlón, la voz profunda de Ataque Escampe, que se despidió hace mes y medio de los escenarios. Y que sitúa a la banda "en una etapa de transición" de la que no temen.

En 2014 sale a la venta su quinto CD 'O disco vermello', un policarbonato en el que gira la supervivencia cruda con gotas de dulzura. La idea era "reunir las historias de los que sufren las consecuencias" de la crisis económicas, comenta Miguel Mosqueira, un lalinense al que la música de los 90 le inyectó el gusanillo de los compases y acordes.

Un estilo que si bien recibe la etiqueta de art pop, tiene influencias del rock, soul, dub, rap...En una época se definieron como 'Rock de serie de B', un calificativo del que se "desmarcan", ahora, por "ser más pulidos en la técnica", dice Miguel. La mezcla se plasma también en sus letras contradictorias. "Siempre buscamos el contrapunto de lo triste y lo cómico, una amalgama que produzca empatía, solidaridad" afirma el guitarrista. Al final nace "una forma extraña y en el extraño hay misterio, significados" que permiten un "margen" de interpretación.

Ataque Escampe permanece con una baqueta anclada a la terra galega y la otra, elevada, a modo de antena para "relacionar lo próximo y lo global". Una forma de entender la música que apuesta por las referencias literarias más sutiles hasta las más obvias ("A terra foi quedando atrás, adiós regatos").de cualquier latitud. Y a las que se suman fragmentos de películas, otras canciones que originan un "collage de experiencias y estímulos".

Firmes creyentes de la necesidad de dignificar el idioma, Miguel apuesta por acercar el pueblo y el sector cultural. "El gallego debe estar más en los fenómenos de incidencia social", concluye.

Esta noche, Ataque Escampe hará su Festa Malandrómica en Rosalía de Castro donde correrán "ríos de viño tinto" de un pop que absorbe de la vida, lo sincero.

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