El abandono que sufren muchos espacios naturales de la comarca ha hecho aflorar una conciencia medioambiental canalizada a través de colectivos como Iniciativa pola Defensa dos Montes, en Lalín, o el Clube de Pesca Río Deza, en Silleda. La primera surgió a finales del último verano como movimiento ciudadano para combatir los incendios forestales y, sobre todo, sus nocivos efectos y para crear una conciencia cívica de respeto hacia el medio natural. Poco después aparecía en Silleda una agrupación de pescadores para velar por la conservación de la flora y la fauna ribereñas. Ambas iniciativas realizaron en fechas recientes actividades de limpieza y conservación del patrimonio.

Iniciativa pola Defensa dos Montes, que ya había organizado una recogida de bellotas en Vilatuxe para plantar en el devastado Monte Pindo, llevó a cabo el pasado sábado una actividad de desbroce y recuperación del antiguo sendero que conectaba la aldea de Ameixedo (Zobra) con la forcaricense de Grobas, en la Serra do Candán. Alrededor de 25 personas participaron en el trailpodo, que consistió, fundamentalmente, en el rozado de tojos y otra maleza que cubría un camino por el que una vecina de Ameixedo recordaba que "iba a la escuela a Grobas cuando era pequeña".El sendero "quedó completamente limpio" y listo para quienes gusten de las rutas de senderismo "de dificultad alta", explica Paco Agulló, miembro del colectivo. El trazado consta de un kilómetro hasta el puente de Malpaso -dos losas grandes de piedra- y otros dos a continuación. Con vistas a la puesta en valor de este y otros senderos de O Candán, la iniciativa ciudadana organizará próximamente algún trail o ruta de free running para darlos a conocer. "Es un lugar paradisíaco que merece la pena solo por verlo", proclama Agulló.

El Clube de Pesca Río Deza congregó a una veintena de voluntarios el sábado 23 de noviembre para limpiar la ribera del coto de Taboada y el tramo de pesca sin muerte de Carboeiro. Su presidente, Miguel Montoto, organizó grupos de trabajo repartidos a lo largo del cauce fluvial durante toda la mañana. La acción coordinada permitió retirar más de una tonelada de basura: Plásticos agrícolas, bolsas, latas, ruedas, botellas... fueron retirados con ayuda de un vehículo todoterreno con remolque y transportados al punto limpio de Margaride. Fue la primera actividad de un colectivo que ya programa nuevas iniciativas con vistas al próximo año, entre las que figura talleres de elaboración de moscas artificiales y de lance.