"A páxina funciona mal porque non se lle da a suficiente publicidade para que a xente entre e consulte os produtos que aí se lle ofrecen". Así de contundente es Alberte Barrio, propietario de la tienda Alberte Artesanía. Su negocio se dedica a la venta de mobiliario, así como a la decoración y artesanía, y lleva funcionando dos años en la capital dezana, justo el doble del que aparece en www.mercadogalego.eu.

Desde entonces, sólo ha vendido por Internet un reloj de cerámica de Gres a un cliente de Villalba, pero no pone en duda que su sección en la página web ha sido visitada por muchos más. "Un dos fallos dese sitio é que non controlan as visitas, e deberíase facer", apostilla. En la web de la Dirección Xeral de Comercio e Industria este artesano ofrece desde floreros de 27 euros a estanterías realizadas en tronco de madera y que superan los 1.500. Pero el grueso de sus ventas virtuales se producen gracias a su propia página web, de modo que tiene clientes "que contactan comigo desde París, Barcelona ou Madrid, sobre todo para os regalos de boda que debe entregar a madriña aos invitados". Vista su experiencia en la red gallega de comercio, Alberte decidió conversar en el foro de la misma con otros comerciantes, que tampoco mostraban resultados halagüeños.

La página se creó como una iniciativa para acercar la pequeña empresa a las compras on line, de modo que la inscripción en ella es gratuita para el comerciante, de los que algunos no cobran gastos de envío a su cliente electrónico. Sin embargo, Luis González, de Xoieiros González Mato, cree que el comercio electrónico "continúa sendo unha moi boa idea para grandes tendas como El Corte Inglés ou Fnac, que xa contan cunha partida grande de clientes virtuais", apunta. La veterana joyería abrió sus puertas en Lalín en 1961 y está inscrita en la red virtual desde prácticamente sus inicios, ya durante la Xunta bipartita. Pese a ello, no realizó ninguna venta electrónica, y González cree que esta página web tampoco influyó en el aumento de clientes "presenciales" en su tienda de la calle Loriga. Pero, conscientes de que Internet lo domina todo, también cuentan con su propio sitio web.

Así ocurre con Unimotor, especializada en la venta de coches sin carnet y de otros vehículos como quads o scooter. Tanto en su web como en su sección de Mercado Galego –aunque más reducida– ofrecen páginas de exposición de sus productos, entre los que también figuran recambios. El tiempo de entrega si uno compra desde la página de la Consellería de Economía e Industria puede ser de un día, si se adquieren recambios, o de hasta 15, si lo que se compra es un auto. Los precios de los vehículos que aquí se ofrecen oscilan entre los 900 y los 14.000 euros. Desde la empresa se señala que su producto estrella sigue siendo el coche sin carnet, eso sí, vendido cara a cara con el cliente. Unimotor está inscrita desde hace medio año en la web autonómica, que también ofrece al visitante otros productos como libros y cómics en gallego, flores o utensilios para bebés. El comprador virtual puede, además, ponerse en contacto con el comercio para especificar qué tallas necesita o qué tipo de textos desea recibir. El único handicap de este servicio, hasta el momento, es que algunas de las empresas adheridas a esta iniciativa no realizan envíos a determinados países.