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Padres del Castro Alobre piden auxilio al Concello para eliminar las clases de tarde

Se reúnen el lunes con el gobierno local, que se ofrece a ayudar, aunque la decisión es de la Xunta - Las familias insisten en la EOI u otro espacio para recuperar el horario matinal

Los estudiantes de 2º de Bachillerato del Castro Alobre estrenaron las clases presenciales por la tarde el pasado miércoles. // Iñaki Abella

Tres días de clases presenciales han sido suficientes para que los estudiantes de 2º de bachillerato del Castro Alobre sufriesen los inconvenientes del horario de tarde. "Ya tuvieron ausencias de profesores y llegan a las últimas horas de clase dormidos. La conciliación familiar es imposible, hay problemas para encontrar clases particulares por las mañanas y los estudiantes que hacen deporte, música u otras actividades tienen que renunciar a ellas; esto los está hundiendo", advierten los padres, que se reunirán el lunes con la portavoz del gobierno de Vilagarcía, Tania García, y el edil de Educación, Argimiro Serén, para que medien ante la Xunta con el objetivo de eliminar las clases de tarde.

Pero para que los alumnos de segundo de Bachillerato puedan tener un horario matinal es necesario construir nuevos espacios en el instituto, por lo que las familias abogan por trasladar a los estudiantes (cuatro grupos de entre 33 y 34 personas cada uno) a un espacio ajeno al centro educativo, como por ejemplo la Escola Oficial de Idiomas (EOI), la Casa da Xuventude (también dependiente de la Xunta) o el Centro de Matosinhos (de competencia municipal), por ejemplo. Las concejalas Tania García y Paola María ya estuvieron hace dos semanas con técnicos de la Consellería de Educación analizando in situ las distintas ubicaciones posibles, pero la administración autonómica determinó que los alumnos permaneciesen en su centro en horario de tarde, después de tirar unos tabiques para ampliar las aulas (reconvirtiendo ocho en cuatro).

Desde Ravella muestran su disposición a colaborar en todo lo que esté a su alcance para que los estudiantes puedan tener clases presenciales en horario de mañana, ya sea facilitando un local municipal o ayudando de otro modo, pero recuerdan que la decisión es de la Consellería.

Algunos padres sospechan que hay profesores que no estarían por la labor de impartir docencia en edificios ajenos al instituto, ya que algunos dan clase en segundo de bachillerato, en primero y también en ESO, por lo que tendrían que desplazarse de un centro a otro durante la jornada laboral.

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