Son pocos los institutos en Galicia que este curso se han decantado por la semipresencialidad, obligados por la falta de espacio en sus instalaciones para garantizar la distancia de seguridad entre sus alumnos. De ellos, tres están en O Salnés, aunque el Castro Alobre finalmente ha conseguido la fórmula presencial introduciendo el horario vespertino. Los otros dos centros son el Francisco Asorey (Cambados) y el Cotarelo Valledor (Vilagarcía), si bien en este último caso fue el propio equipo directivo el que solicitó esta modalidad para los ciclos de FP debido a la dificultades que presentaban sus aulas y talleres para mantener a los alumnos separados.

Por su parte, en el Asorey, el claustro rechazó de forma unánime la implantación del bachillerato semipresencial.