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El pequeño comercio cierra un verano mejor de lo esperado pero prevé un otoño muy flojo

Tiendas del centro de Vilagarcía registraron más ventas en julio que en agosto: "Todavía no había rebrotes", apuntan - Inician una temporada incierta por el Covid - El calor prolonga las rebajas en negocios contados

Los vilagarcianos todavía pueden adquirir sus compras con descuentos propios de la temporada de verano. // Iñaki Abella

Los comercios de Vilagarcía están terminando un verano mejor de lo que esperaban. No registraron una afluencia de clientes como en años anteriores, pero vendieron mucho más de lo que preveían, ya que las expectativas eran muy pesimistas debido a la pandemia de coronavirus. Así, al igual que ocurrió en el sector hostelero, en el pequeño comercio el tirón del turismo nacional también ayudó a salvar los muebles. Sin embargo la nueva temporada no se presenta tan halagüeña y ya hay quien augura un desplome del consumo, como es la presidenta de Zona Aberta, Rocío Louzán: "La gente tiene mucho miedo a gastar por lo que pueda pasar los próximos meses y septiembre está siendo peor de lo que esperábamos".

Sin embargo otras voces desprenden más positivismo. "La incertidumbre siempre está ahí, y ahora todavía más por el Covid, pero somos optimistas. A ver lo que la gente se sigue implicando con el pequeño comercio", comentan desde una tienda de moda de mujer de Rey Daviña.

La dependienta agradece el apoyo brindado por vecinos y turistas durante este verano a los negocios locales en una época tan complicada para el sector, después de dos meses cerrados a cal y canto. "Hay mucha gente solidaria", señala la trabajadora del establecimiento textil.

Con respecto al verano, al igual que los demás comercios sondeados, coincide en que julio fue "mucho mejor que agosto". Quizá -añade- porque la situación sanitaria era más favorable, todavía sin rebrotes, y porque el tiempo ayudó.

En una zapatería cercana el balance también es satisfactorio. "Las expectativas eran muy malas y nos ha ido bastante bien, podemos estar contentos. Solo hemos tenido unas pocas ventas menos que el verano pasado", declara el dependiente.

A 30 grados

En el sector del calzado están ansiosos por la llegada de lluvia (según el parte de Meteogalicia caerán las temperaturas y habrá precipitaciones para la semana). Y es que con el mercurio rozando los 30 grados no hay quien compre unas botas o zapatos de invierno. "Septiembre empezó muy flojo y estamos esperando a que llueva para volver a vender", declaran desde la céntrica zapatería, a la que también le ha ido mejor en julio que en agosto. "No hubo fiestas como tal y de vestir poco se vendió, fue todo estilo más casual", añade.

En sus estanterías predomina el calzado de temporada, aunque quedan algunos pares sueltos de la época estival que se ofrecen con descuento. "Terminamos las rebajas el 31 de agosto", concluye.

Últimos coletazos

Esta fue la fecha elegida por la mayoría de los comerciantes para poner fin al periodo de ofertas, si bien todavía queda alguna tienda en Vilagarcía que lo prolongó un poco más debido al tiempo veraniego registrado durante lo que va de septiembre.

"La gente compra según esté el tiempo. En mi tienda no fue lo del año pasado, pero sí que se vendió, y más en julio que en agosto. La mayoría de mis clientes son turistas que vienen todos los veranos y este año faltaron varios", explica Luis Acosta, propietario de una zapatería en la Plaza de Galicia que lleva abierta desde 1904. Él es la tercera generación.

Con alguno de sus clientes incluso mantiene contacto telefónico, como es el caso de un vilagarciano que vive en Alemania y suele regresar a su ciudad natal cada verano. "Está pensando en venir en octubre", apunta el comerciante.

En su escaparate se puede observar que las rebajas en su establecimiento finalizan el 15 de septiembre: "Depende de cómo esté el tiempo. Ahora aún no se vende nada de invierno", recalca.

Por su parte, la presidenta de la asociación de comerciantes de Vilagarcía coincide en que el balance del verano ha sido "mucho mejor de lo que esperábamos", si bien algunos sectores han salido mejor parados que otros, como el de electrodomésticos o deporte, ejemplifica Rocío Louzán.

Pero la alegría ha durado poco. "Septiembre ya suele ser un mes flojo pero está siendo peor de lo previsto porque la gente tiene mucho miedo a gastar por lo que pueda ocurrir", comenta la propietaria de una tienda de bicicletas.

Y eso que todavía quedan turistas que están alargando su estancia en la capital arousana durante este mes, gente que tiene en Vilagarcía su segunda residencia.

Concluye Louzán en que aunque por tradición "agosto siempre ha sido más fuerte, este año no ha sido así, y además con mucha diferencia a julio. Quizá la gente se vino en julio por si acaso en agosto había más restricciones".

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