Por cuestiones obvias, el confinamiento decretado en España durante el estado de alarma sanitaria hizo que se redujeran las ventas de mejillón para fresco -el que pasa por depuradora-. Que se cerrara el canal Horeca fue determinante para ello e hizo que el molusco se desviara hacia la industria (cocederos y conserveras).

Así lo constatan en el Consello Regulador do Mexillón de Galicia, donde aclaran que "el confinamiento condicionó el comportamiento de la demanda de mejillón respecto al año anterior".

De ahí la importante caída del producto certificado destinado a fresco, ya que "pasó de 4.985.600 kilos descargados en puerto entre marzo y abril de 2019 a 1.364.920 kilos en el mismo período de este año; sin duda porque dejó de funcionar la restauración y el canal de hostelería".

Y esto, detallan en el órgano regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mejillón de Galicia, presidido por Francisco Alcalde, también se hizo notar en las exportaciones de molusco, en este caso debido al cierre de fronteras.

Las mismas fuentes puntualizan que "el criterio de los consumidores durante el confinamiento hizo que adquirieran mayor cantidad de alimentos menos perecederos, como pastas, arroces o legumbres".

También conservas y congelados, por eso aumentó la demanda de mejillón por parte del sector transformador. "Esa tendencia tuvo reflejo en las cifras de mejillón destinado a industria, alcanzando los 3.186.882 kilos en marzo y abril, frente a los 883.756 kilos suministrados en el mismo intervalo de tiempo en 2019".