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La baja facturación aboca a dos de cada diez autónomos a cerrar sus empresas en 2020

"La situación es dramática en muchas familias", advierte el presidente de UPTA, Eduardo Abad - Las rebajas apenas incentivaron las compras este verano - La caída de ingresos fue en julio de un 60% respecto a 2019

Sspecto de la playa de A Lanzada el pasado domingo de elecciones. // Muñiz

En el colectivo de autónomos no todos entonan el "Resistiré" . Dos de cada diez empresas van a cerrar en O Salnés en este 2020. El diagnóstico se basa en un estudio demoscópico de UPTA (Unión Profesional de Trabajadores Autónomos), un sondeo nacional en el que participaron cien empresas de la comarca, de diversos sectores, que casi al unísono han reconocido que la situación es "dramática".

Insiste Eduardo Abad en la necesidad de actuar con urgencia para evitar un desplome aún mayor. Los balances de las empresas son desalentadores pues los datos de facturación, en la primera quincena de julio, están un 60% por debajo del mismo período de 2019.

"¡Y eso que se incluye el tirón de las rebajas!", explica el presidente del colectivo autónomo, muy preocupado con lo que pasará cuando finalice el verano. En junio, la caída fue del 70%, lo que significa un 30 por ciento de ingresos respecto al año anterior.

Tampoco el turismo se ha convertido en el revulsivo esperado. "Hay mucho movimiento de personas pero el consumo es mínimo", explica el portavoz de los empresarios quien a la vez considera que la covid-19 ha acabado con muchas de las costumbres del verano.

"El turismo nocturno ya no existe; ahora la gente busca sus momentos de ocio solo por el día", revela Abad tras comprobar por sí mismo lo que ocurre en su ciudad natal. "Calles como la de A Baldosa o incluso la zona TIR en las que antes era imposible entrar están ahora vacías por la noche".

También observa que terrazas de bares y restaurantes ya no presentan los niveles de ocupación de otros veranos. "Encontrar mesa en un local resulta muy sencillo este verano en comparación con lo que sucedía antes", explica el empresario vilagarciano.

"El declive es importante", aunque admite que existen algunos colectivos como peluquerías o tiendas de bicicletas que han mejorado sus cuentas. "Eso indica por dónde va el consumidor", razona.

También hace referencia a las grandes superficies donde "la cesta de la compra se ha disparado", en detrimento del pequeño comercio de alimentación y de productos frescos del mar"que mantienen los precios de hace un año "para subsstir" . En este sentido explica Abad: "El kilo de merluza se paga igual que el pasado verano, aunque es lógico que en la temporada de verano incremente algo su precio porque en la subasta en las lonjas hay mayor demanda".

Respecto a los productos hortofrutícolas asegura que el precio en origen se contuvo si bien los intermediarios podrían estar haciendo su agosto al disparar los costes para su transporte y colocación en los diferentes puntos de venta.

En esta tesitura, Abad cree que el pequeño comercio sufre la peor crisis de su historia e invita a los vecinos a que ayuden a su recuperación. "Esa economía circular es fundamental en estos momentos en que más de 3.000 trabajadores que dependen de este sector pueden perder su medio de vida antes de que acabe el año en la provincia de Pontevedra". A nivel nacional estiman que se quedarán sin ingresos más de 150.000 familias en este año.

El número por si mismo podría parecer una insignificancia pero supone que estén en riesgo formal "la plantilla de la empresa más importante de cada una de las provincias de España".

"Los autónomos somos el colectivo de trabajadores más grande " por lo que Abad considera que urgen medidas de apoyo, tanto de los ciudadanos como de las administraciones públicas.

Cabe recordar que es el colectivo más damnificado por la pandemia, en particular cuando se decretó el cierre de toda actividad no considerada esencial durante los meses de confinamiento.

Con todo la reapertura tampoco sirvió, en general, de gran alivio para las economías. "En junio, los empresarios pequeños de O Salnés facturaron un 30% respecto al año anterior mientras que en los primeros 15 días de julio se llegó al 40 por cien, gracias, sobre todo, a las rebajas de verano".

El período de descuentos aunque hizo mejorar ligeramente los libros contables de tiendas y comercios ha tenido poca repercusión entre los clientes.

"Es cierto que hay menor sensación de la temporada de rebajas, en parte porque los comerciantes disponen de menos stock, pero los clientes tampoco han reaccionado igual", expone con crudeza el presidente de los autónomos. Abad cree que esta campaña de rebajas debería haberse retrasado con el fin de dar la posibilidad de "vender el género que quedó almacenado durante el confinamiento y que ha supuesto inversiones muy altas a las que va a ser muy difícil darle salida".

La pretensión de Abad es animar sobre todo las ventas del pequeño comercio que además de la crisis sanitaria se enfrentan a enemigos igual de peligrosos como las grandes cadenas y las plataformas de venta on line. "Tenemos que promover la economía circular y animar el consumo de proximidad porque sino la economía va a sufrir un retroceso irreversible; o se hace así o estamos perdidos", recalca el portavoz nacional de esta organización.

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