Los centros de día llevan cerrados desde mediados de marzo, pero eso no significa que su personal estuviese parado. De hecho, los equipos de O Salnés estuvieron en contacto permanente con los usuarios. "Durante el confinamiento teníamos un contacto telefónico diario con los usuarios, de lunes a domingo, incluyendo los festivos", explican en el centro de día de Vilagarcía.

También se hicieron grupos de apoyo a través de Webinar, una aplicación para impartir charlas colectivas a través de internet, y se envió a las familias propuestas de actividades, tanto por vídeo como por correo postal.

Cambados también mantuvo la relación con los mayores durante la cuarentena. Inés Moreira señala que durante los primeros meses, "teníamos un contacto telefónico diario con ellos", y que se intentó seguir el calendario festivo de la primavera, de modo que se propuso a los usuarios actividades específicas por Semana Santa, los "maios"o el Día de la Madre.

Además, se repartió entre las familias material de estimulación, y se tramitó con los servicios sociales la entrega a domicilio de comida en determinados casos.

Ayer, por tanto, tocaba empezaba a recomponer, poco a poco, las rutinas perdidas. La directora del centro de Cambados sostiene que, "el objetivo hoy (por ayer), fue generar conversación. Han sido momentos muy complicados para todo el mundo, y nos pareció que lo más importante ahora es dar espacio a la conversación".

En Vilagarcía, por su parte, consideran que además de fomentar el diálogo, para que los mayores puedan desahogar las sensaciones negativas acumuladas en los últimos meses, es importante que estos reconozcan cuanto antes actividades y costumbres del pasado, para que estén más tranquilos y confiados. Los técnicos también han apreciado algunos casos de mayores cuyo deterioro físico, psíquico o cognitivo se ha acentuado tras el encierro, pero creen que la mayoría siguen como en marzo.