En esta sofocante mañana de verano un total de 18.110 electores de O Salnés ejercieron su derecho al voto, lo que supone un 20,01% del censo, frente al 14,51% registrado en las últimas autonómicas a la misma hora (12.00 horas). A las cinco de la tarde volvieron a actualizarse los datos, dando como resultado un 45,67% de participación en la comarca (41.329 votantes), frente al 43,12% de los comicios de 2016 (38.991).

Por concellos, A Illa es el que lidera la participación en la comarca, como suele ocurrir en todas las elecciones. Así, hasta las 17.00 horas votaron en el pequeño municipio un 55,77% de los electores, cinco puntos más que en 2016. Le sigue Cambados, con un 50,77%, y Ribadumia, con un 49,28%. Meis registra un 48,9%, Vilanova un 47,48%, Vilagarcía un 45,07% y Meaño un 43,8%. En la parte baja de la tabla se encuentran O Grove y Sanxenxo, con un 40,55% y un 40,69% de participación respecticamente. No obstante, en todos los concellos de O Salnés creció el número de personas que acudieron a las urnas con respecto a las autonómicas de 2016.

La Xunta ha contratado personal para controlar los accesos a los colegios electorales, garantizar que todos los electores entren con las manos desinfectadas y orientarlos a la hora de dirigirse a la mesa que les tocaba. En el Auditorio de Vilagarcía, donde habitualmente en las citas electorales hay cierto caos debido a la numeración de las mesas, hoy presentaba una imagen muy tranquila, con afluencia de electores haciendo cola a las puertas de la sala de exposiciones pero que se movía con agilidad, pues muchos vecinos ya llevaban la papeleta de casa y antes de entrar la persona de control de acceso ya les informaba de la mesa a la que debían dirigirse en función del domicilio.

En Fexdega, otro de los colegios electorales más grandes de Vilagarcía, este año también fue lugar de votación de los vecinos de San Roque, que a última hora recibieron la comunicación de que debían dirigirse el 12-J al pabellón de A Maroma y no al centro sociocultural del barrio como de costumbre, pues no cumple los requisitos para garantizar la seguridad en la actual pandemia del Covid-19.

A una semana de las elecciones, los vecinos recibieron las tarjetas censales manteniendo el colegio electoral de San Roque y a los pocos días recibieron otra comunicación advirtiendo de que su lugar de votación se trasladaba a Fexdega, señala uno de los vecinos que esta mañana hacía cola en el pabellón. No obstante, hubo despistados que acudieron primero a San Roque y después a Fexdega.

En A Maroma se habilitaron dos entradas diferentes: una para los electores de Fexdega y otra para los de San Roque. Aunque había carteles informativos, en algunas ocasiones se formaba una fila única que un efectivo de Protección Civil se encargaba de poner en orden.