La Xunta retoma los trabajos de asfaltado de la autovía de O Salnés por lo que desde hoy vuelven los trastornos de los desvíos para el tráfico. La actuación fue anunciada ayer mismo y se justifica en las previsiones de buen tiempo, cuando la actuación ya debería haber concluido el pasado año.

Los trabajos se llevarán a cabo en el tramo comprendido entre Meis y Curro, lo que obliga a cortar la calzada izquierda de la autovía, entre el enlace de Ribadumia y la glorieta de Barro, por lo que se habilitará el desvío a través de las carreteras locales VG-4.2, EP-9.305 y PO-300.

La Xunta explica que las buenas condiciones meteorológicas y el refuerzo de medios para esta obra de renovación extraordinaria del pavimento de la AG-4.1 van a permitir un acelerón a la obra que comenzó el lunes.

El departamento de obras explica que el corte de calzada y el desvío se prepararon esta noche con el fin de concluir con el asfaltado previsto a última hora del viernes y subrayan que en el caso "de que el lunes se tengan que reanudar las obras, ese día se habilitarán de nuevo los desvíos, manteniendo durante el fin de semana la circulación habitual en la autovía".

Según el programa de obra previsto, en las siguientes semanas se realizarán cortes concretos para la recolocación de las juntas de dilatación de los viaductos afectados por el extendido del firme realizado durante la semana.

Agregan que en los últimos días de junio está previsto proceder a la realización del pintado definitivo de las marcas viarias en toda la autovía e insisten en que "todas las afecciones al tráfico estarán debidamente señalizadas".

Esta intervención completa la reforma del firme iniciada el pasado verano y que, explican en la Xunta, "se interrumpió por la entrada del invierno y las adversas condiciones meteorológicas que impedían una buena ejecución y condicionaban el resultado final".

Las obras se enmarcan en el acondicionamiento del pavimento de toda la autovía de O Salnés y de sus ramales que debe realizar la concesionaria, coincidiendo con la mitad del período de concesión.

Por otra parte, este departamento también anunció ayer que un total de 14 empresas han presentado ofertas para ejecutar la mejora del firme en distintas carreteras autonómicas de las comarcas de Pontevedra, O Salnés y Caldas de Reis, licitadas por un importe de un millón de euros.

La citada intervención tiene un plazo de cuatro meses y el objetivo de la Consellería es acometer los trabajos en el presente ejercicio.

Las actuaciones incluídas en este contrato se llevarán a cabo en varios tramos de las carreteras PO-223, PO-224, PO-300, PO-305, PO-308 y PO-309, a su paso por los municipios de Pontevedra, Campo Lameiro, Barro, Meis, Ribadumia, Vilanova de Arousa, Cambados, Caldas de Reis, Vilagarcía de Arousa, Sanxenxo y Poio.

El contrato tiene por objeto rehabilitar el firme en las zonas deterioradas y mejorar la seguridad.

Asimismo se ejecutan estos día los trabajos de renovación del firme en la carretera PO-549, entre Cambados y Vilanova de Arousa, que obligó a una importante regulación del tráfico en la zona. Las actuaciones consisten en el extendido de una capa de microaglomerado con na especial resistencia a los deslizamientos de los vehículos, explican en fuentes de la Xunta.

Las obras se enmarcan en el proyecto de mejora de la seguridad viaria en esta carretera autonómica, desde el kilómetro 8 al 9+800 questá a punto de concluir pues solo faltan estos trabajos de asfaltado y señalización, así como la instalación de cuatro marquesinas para las paradas de autobús. Para el pintado de la vía, explican los técnicos, es preciso esperar unos días con el fin de hacerlo de forma definitiva.