La Diputación de Pontevedra afronta un nuevo reparto de mascarillas, esta vez para municipios de menos de 20.000 habitantes y con un total de 11.600 destinadas a los de O Salnés y Ullán.
En concreto, a Sanxenxo le corresponden 1.300, como a Vilanova, mientras que a Cambados, O Grove, Meis y Catoira se asignan 1.100 unidades. Por delante de Valga, Meaño y Ribadumia, con un millar en cada caso, y las localidades de A Illa de Arousa y Pontecesures, que se llevan 800.
Población y envejecimiento
En el gobierno de Carmela Silva explican que se repartirán “con criterios objetivos, atendiendo a la población de cada localidad y al índice de envejecimiento”.
Se trata de una parte de los siete millones de unidades de máscaras puestas por el Gobierno de España y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en manos de las Diputaciones, para que sean éstas las encargadas de su distribución en los ayuntamientos más pequeños de cada provincia.
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En la pontevedresa van a repartirse 57.000 para proteger a los colectivos más vulnerables, como las personas mayores o atendidas por teleasistencia o el personal municipal más expuesto al coronavirus, como el de servicios de limpieza y recogida de residuos sólidos.
En este mismo apartado se incluye a los empleados del transporte público, trabajadores sociales o personal de Protección Civil, Emergencias, Policía Loca o antiincendios.
