La Festa do Viño Tinto de Barrantes no se celebrará en 2020. Así lo estimaron de manera definitiva en la mañana de ayer los representantes de la comisión organizadora presidida por el alcalde David Castro.

La que iba a ser la edición número 48, prevista para el primer fin de semana de junio como cada año, ha tenido que ser pospuesta por lo que el propio alcalde calificó como "un ejercicio de responsabilidad necesario".

Por otro lado, reconoce el primer edil de Ribadumia que también se barajó la posibilidad de emplazar la fiesta en otras fechas, pero finalmente fue descartado. "Tampoco tenemos la seguridad de que se pueda celebrar en otras fechas. Optamos por esperar al próximo año y que se pueda celebrar en las fechas en las que se viene haciendo desde el principio de la fiesta".

Entre los motivos que descartaron la posibilidad de una fiesta con restricciones de cualquier tipo está también la del propio espíritu del evento, "es una fiesta de cosecheros, de vecinos, de viticultores... La esencia es la de compartir el vino juntos y eso este año era totalmente imposible. La decisión es unánime por parte de todos".

Acerca del impacto económico que va a causar la cancelación de la Festa do Viño Tinto, el alcalde de Ribadumia es claro al respecto, "son cerca de 20.000 personas las que pasan esos días por toda la hostelería de Ribadumia. Es difícil de calcular las pérdidas, pero está claro que lo más prioritario ahora es resolver la situación sanitaria y seguir las normas establecidas".