Aunque a la administración siempre le cuesta arrancar, parece que se ha tomado en serio lo de buscar fórmulas para frenar la expansión del coronavirus. Así, uno de los pasos más importantes que han dado los concellos de la comarca de O Salnés es la de desinfectar todos los espacios públicos con relativa asiduidad, como ha ocurrido en las últimas horas en los municipios de Cambados y A Illa.

Ocho bodegas y viticultores de Cambados y municipios colindantes se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para ofrecer sus tractores y atomizadores de productos fitosanitarios para la desinfección de las calles. El Concello cambadés probó el sistema por primera vez anteayer viernes por la noche, y el resultado fue satisfactorio, según el concejal de Servicios, Samuel Lago.

"Estamos viendo mucha solidaridad por parte de los bodegueros y viticultores", afirma convencido Samuel Lago.

La prueba del viernes empezó poco después de las 21.00 horas, y se prolongó hasta después de medianoche. Un operario municipal conducía un tractor del Ayuntamiento, al que se había acoplado el atomizador cedido por una de las cooperativas. Este equipo se modificó, puesto que está diseñado para esparcir el producto hacia arriba, y lo que se necesitaba en esta ocasión era que las boquillas estuviesen orientadas hacia el suelo.

El tractor cargaba una cisterna de 400 litros de lejía disuelta en agua (en una proporción aproximada del 20 por ciento), y fue regando con esta solución las aceras de la avenida de Galicia y la Rúa Nova, que son dos de las principales arterias comerciales de Cambados y donde se localiza también el centro de salud. El operativo lo completaba un operario a pie, que iba limpiando con un pulverizador de mochila el mobiliario urbano (bancos, farolas, señales de tráfico?), así como las entradas a los edificios.

En A Illa, el Concello contó con la colaboración de la empresa de recogida de residuos sólidos urbanos, que utilizó 10.000 litros de hipoclorito de sodio mezclado con agua para proceder a la limpieza de las calles más utilizadas del municipio y para limpiar los espacios públicos, como las puertas de los supermercados, la iglesia o la propias lonja, entre otros. Esta limpieza, que duró cerca de cuatro horas, podría se volverá a acometer en el futuro para tratar de frenar la expansión del virus y garantizar el acceso a los edificios públicos del municipio.

Luis Arosa, edil de Servizos y Seguridade Cidadá, reconocía ayer que "aguardaremos a cómo se van desarrollando los acontecimientos, pero nuestra intención es repetir de forma periódica esta actuación para tratar de minimizar los riesgos para la población". Hasta el momento tan solo se habían realizado desinfecciones s puntuales en determinadas zonas del municipio, pero ninguna tan profunda como la de ayer.