José Manuel González Benavides pasa el día al lado de su hija pequeña. "Nos levantamos a las nueve de la mañana, como si fuera para ir al cole, aunque con media hora de retraso, desayunamos y mientras ella estudia, nosotros hacemos cosas por casa. Es momento de realizar esas tareas que siempre vas dejando para más adelante, como ordenar los armarios e incluso cambiar los maceteros de las terrazas y balcones o repintar las habitaciones. También hacemos la comida juntos y, en definitiva, aprovechamos para convivir y hacer la espera más amena. Lo difícil es para los adultos, ya que los niños lo llevan mejor".