Desde el fin de semana se viene advirtiendo que todo aquel que no respete el estado de alerta nacional puede ser sancionado. En principio, los agentes de las fuerzas del orden fueron laxos, pero ha llegado un momento en que les resulta imposible consentir determinadas actitudes si el objetivo es evitar la expansión de un virus letal como el Covid-19.

Ayer, solo en A Illa se impusieron ocho sanciones por estos incumplimientos, por estar dando un paseo sin tener en cuenta las restricciones que se han dictaminado.

Los agentes de la Policía Local de A Illa los sorprendieron a todos ellos y, lejos de asumir su error, los hubo que todavía cuestionaban que el agente les llamase la atención y esgrimían que tenían el derecho a pasear libremente cuando y como les diese la gana, un craso error desde que se aprobó el Real Decreto que legisla la alerta nacional por causa del coronavirus.

Esa actitud les expone a una sanción que puede oscilar entre los 600 y los 30.000 euros, dependiendo de la gravedad de los hechos. El lugar donde se sorprendió a un mayor número de personas fue entre Niño do Corvo y Area da Secada, donde se sancionó a tres individuos. Otras dos personas fueron sancionadas en la playa de A Canteira, en O Bao, mientras el resto fueron sorprendidos en la avenida de A Ponte, O Naval y en el parque de Carreirón, en el que había entrado pese a estar clausurado desde ayer.

A pesar del comportamiento de estos individuos, la gran mayoría de personas cumplió a rajatabla con lo que marca el decreto, quedándose en sus casas y respetando la cuarentena, saliendo solo para acudir a un supermercado o a trabajar. En lugares como el muelle de O Xufre si hubo bastante actividad por causa de los marineros que se dirigían a faenar, algo que también ocurrió en el otro lado del puente, en el muelle vilanovés de O Cabo.