El gran encanto del Entroido es que permite contemplarlo casi todo con un toque de sátira. Y el Momo no iba a ser menos. Vilanova cerró ayer el Carnaval arousano con su tradicional desfile, que volvió a ser multitudinario. Y, una vez más, el Momo se disfrazó de un personaje de actualidad. Aunque en esta ocasión no era una persona, sino un objeto inanimado: el submarino cargado de droga que fue interceptado hace unos meses en O Morrazo. Entre los participantes en la marcha también los hubo que hicieron una farsa de la lucha contra el coronavirus, ataviados con ropas más propias de los "choqueiros", protegidos los rostros con mascarillas y portando máquinas de sulfatar y un espantapájaros.

La marcha salió del entorno del pabellón pasadas las seis y media de la tarde. La encabezaba una gigantesca sardina plateada, tras la cual caminaban los "espantacoronavirus". Tras ellos, iban los niños de la Escola Infantil Municipal, que recrearon el pasaje de Alicia en el País de las Maravillas con los naipes. La reina de corazones presidía la composición bailando desde lo alto de una plataforma.

Los alumnos del colegio de Baión, por su parte, presentaron un trabajo sobre la igualdad, en el que portaban grandes fotografías de mujeres ilustres, como la pintora Frida Kahlo, la filósofa Hipatia o la política Kate Sheppard.

El Momo es uno de los desfiles más importantes de Galicia. En las aceras del casco urbano de Vilanova se dan cita miles de personas para ver pasar las carrozas llegadas de varios puntos de la comunidad autónoma. Algunas de ellas son auténticas obras de arte, como la presentada por la comparsa Ciklón, de Tomiño, que acudió a Vilanova con una espectacular composición de candelabros blancos.

En otros casos, el disfraz no es tan elaborado, pero destaca igualmente por la puesta en escena o la originalidad de la propuesta. Por ejemplo, Os Remolóns recrearon el popular videoclip del "I want to break free", de Freddie Mercury, mientras que Os Golfiños sacaron a la calle una escenografía pirata en la que no faltaron ni un cuidado barco ni los duelos de espada.

Acudieron también a la cita el Papa, Epi y Blas, los Simpson... Participaron igualmente grupos que ya desfilaron durante los últimos días por diferentes pueblos de O Salnés, como los cuatro amigos de "Natación Desincronizada" o la comparsa que ha hecho un homenaje a los deportes y que sitúa en el año 2052 los primeros Juegos Olímpicos en la comarca arousana.

Por las calles de Vilanova pasó también una planeadora tirada por un Peugeot 205 rotulado como de la Guardia Civil, una comparsa de agricultores que reclaman precios justos para sus productos, una boda hippy, o una gigantesca ballena hecha con globos azules.

Pero el plato fuerte es siempre la plataforma en la que viaja el Momo, que este año representó el "Cocaino Sub Marin". Los organizadores de la fiesta lo pintaron de amarillo, y le atribuyeron su propiedad a Nemo Bandeira, el popular personaje de la serie de televisión "Vivir sin permiso". En la carroza iban también los Beatles, que inmortalizaron un "submarino amarillo" con una de sus canciones más famosas. Por el camino, todos ellos arrojaban "fariña", eso sí, sin lactosa. La fiesta se retransmitió por streaming a través del Facebook del Ayuntamiento de Vilanova, siendo vista en Madrid, Suiza, Venezuela o Uruguay.