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El grupo que nació sin querer y que ya va por dos discos

Los integrantes de Añoranza tienen entre 57 y 76 años y mañana domingo presentan en Ribadumia su nuevo trabajo musical

La edil Mar Rey con varios miembros del grupo, ayer. // Noé Parga

Tocan canciones populares gallegas y los temas que hicieron vibrar de emoción a los españoles en los años de la radio y los primeros tocadiscos. Llenan los teatros, pero ellos son más felices tocando en tabernas y "furanchos", donde ni el calor del público ni la calidad de la música pueden engañar. Se llaman Añoranza, y mañana domingo presentan en Ribadumia "Canto á Terra de Salnés", su segundo disco. Será en un concierto en el Auditorio de Santa Baia, a las siete de la tarde, con entrada gratuita.

Para quienes no conocen a Añoranza, lo primero que les llama la atención es su edad. El más joven tiene 57 años, el mayor 76. La media de edad de sus siete integrantes ronda los 67 años y medio. Pero llevan la música en la sangre, tan dentro de ellos que cuando se sientan a ensayar o frente a alguien que quiera escucharles tocan con la misma pasión y la misma entrega que una banda de chiquillos.

El grupo conocido con el nombre de Añoranza nació a finales de los años 90, pero sus cuatro fundadores ya llevaban tocando juntos desde mediados de los 70. José Martínez (conocido en Ribadumia como "Pepe Noya", y autor histórico de los carteles de la Festa do Tinto de Barrantes), el fotógrafo José Abal, Victorio Oubiña y Ramiro Padín eran unos chavales cuando cogieron la guitarra y el acordeón por primera vez en la sede del Plantel Xuvenil de Ribadumia. De vez en cuando quedaban para tocar en alguna taberna o para animar las sobremesas familiares. Les apasionaba la música, pero solo era un pasatiempo.

Así siguieron durante tres décadas, versionando temas de Fuxan os Ventos, Luis Emilio Batallán y canciones populares de su juventud, como "La Perla". También componían algunas canciones, que les escribía el profesor Hernando Martínez Chantada, que sería también el inventor del nombre Añoranza. La historia del grupo, sin embargo, cambiaría a principios de los 2000.

Emilio Oubiña y José Juan González, dos músicos profesionales ya retirados, les escucharon y les propusieron hacer algo entre los seis. "Eran músicos muy buenos, y al unirse a nosotros, dimos todos un salto de calidad enorme", cuenta Ramiro Padín, que con 62 años es el segundo más joven de la formación.

Poco después, se uniría a Añoranza Ramón Roma, un clarinetista también profesional, y que además de saber componer, tocaba la flauta y la gaita. Añoranza ya estaba preparada para dar su gran salto musical. Actuación tras actuación, año tras año, este grupo de Ribadumia se iría confirmando como uno de los más queridos y apreciados por el público. Hace cinco años sacaron un disco, "Añoranza musical", y no tardaron mucho en agotar todos los ejemplares.

De modo que el segundo era solo cuestión de tiempo.

40 años

No sobran los ejemplos de grupos musicales tan longevos, y mucho menos con integrantes tan fieles los unos a los otros. Los siete músicos actuales de Añoranza son los mismos que iniciaron la andadura del grupo hace casi dos décadas, y los cuatro jóvenes que pusieron la semilla de la formación en las tardes del Plantel siguen tocando juntos. Les unen una amistad a prueba de balas, el hecho de que la mayoría de ellos estén ligados por lazos de parentesco directo o político y, como afirma José Abal, "que todos ganamos el mismo dinero, o sea, nada".

Aunque aficionados, y aún describiéndose a sí mismos como "músicos de furancho" han alcanzado un nivel de calidad más que aceptable. No perdonan ni un ensayo -se reúnen todos los viernes por la noche en casa de "Pepe Noya"-, y llevan toda la vida tocando. Emilio Oubiña, José Juan González y Ramón Roma, además, han pasado por algunas de las mejores orquestas gallegas del siglo pasado como la Poceiro, la Krazzy Kray o la Gran Parada, contagiando a sus compañeros con sus conocimientos.

Siguen en la brecha, desafiando a los años, "porque lo pasamos bien", cuenta Ramiro Padín. "Lo que pretendemos es divertirnos, y conseguir que el público se divierta también. Para nosotros, eso ya es pago suficiente". Su repertorio es una antología de los gustos musicales de su generación. Así, en los doce temas de "Canto á Terra de Salnés" hay desde canciones propias, escritas por Hernando Martínez Chantada, hasta una copla con textos de Ramón del Valle Inclán, pasando por foliadas de gaita, o un tema de Simon and Garfunkel, una rareza que aparece en el disco, "porque fue la primera canción que aprendimos a tocar Victorio y yo", explica Ramiro Padín. Estaban haciendo el Servicio Militar, y ahora, 40 años después, vuelven a tocarla.

El concierto fue presentado ayer por la concejala de Cultura, Mar Rey. A ella no le cabe duda. Mañana el Auditorio estará a rebosar.

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