Una cafetería en pleno centro de Barrantes, término municipal de Ribadumia, fue objeto de un robo a plena luz del día con el local lleno de clientela. Lo perpetraba a primera hora de la tarde del domingo un individuo que logró distraer a la persona que estaba al frente del establecimiento con una queja sobre el estado del cuarto de baño, mientras que él "limpiaba" la caja. Los titulares del local interpusieron denuncia ante la Guardia Civil de Cambados.

Según testigos, el caco, a primera hora de la tarde del domingo estacionaba su vehículo en las inmediaciones de la cafetería para acceder al establecimiento. Una vez en el interior, se aprestó a hacer uso del cuarto de baño, del que regresó pretextando a la dependienta que el aseo estaba todo inundado de agua.

Los denunciantes indicaron que, apurado por la situación y conforme la dependienta dejó la barra para acudir al fondo del local, con el objeto de mitigar la supuesta inundación, el individuo aprovechó el momento para entrar dentro de la barra. Lo hizo con discreción, aún con clientela dentro, y accedió a la caja registradora, que apuró a vaciar en unos segundos.

Al instante, según los testigos, se dio a la fuga a la carrera con el improvisado botín, difícil de cuantificar, tanto que a la par que regresaba la empleada a la barra de la cafetería, perpleja por el engaño del que había sido objeto, y más al encontrarse con la caja desvalijada.

El gerente del establecimiento hostelero se personaba luego en el cuartel de la Guardia Civil de Cambados para formalizar la correspondiente denuncia.

En el parte aportó los datos del vehículo del supuesto ladrón, de los que pudieron hacerse los clientes que presenciaron el peculiar suceso.

Los agentes de la Guardia Civil le reconocían que, tanto por los datos del vehículo como por el modus operandi del caco, todo apuntaba a un viejo conocido de las fuerzas de seguridad por este tipo de delitos.

Por ello cabe alertar a los dependientes y dueños de este tipo establecimientos de hostelería de la comarca de O Salnés para que antes de abandonar su puesto cuando se le requiera con premura, con situaciones inusuales, se cercioren primero con ayuda de otros clientes, a fin de evitar robos con este modus operandi.