Las maltrechas relaciones entre el gobierno conservador de Valga y los miembros del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) han llegado a un punto de no retorno que casi todos esperaban desde hace meses. El ejecutivo anuncia oficialmente que dicho servicio dejará de funcionar en la medianoche del 31 de diciembre, por lo que solicitó ya una reunión urgente con la Xunta, Diputación y Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) para analizar la situación y decidir una nueva ubicación para este departamento.

Es un debate que despierta enorme expectación y de cuyo resultado dependen miles de personas, ya que el GES asentado en Valga no solo presta servicio a esta localidad, sino también a Pontecesures, Catoira, Caldas de Reis y Portas.

Además, desde el ejecutivo que preside José María Bello Maneiro anuncian ya que entre los días 21 y 25, ambos incluidos, no habrá servicio de emergencias en turno de tarde, entre las 14.00 y las 22.00 horas, "por falta de personal".

La decisión de prescindir del GES ya fue transmitida a Vicepresidencia de la Xunta, Diputación y Fegamp, al tiempo que se solicitó al ente provincial que a partir del 1 de enero se haga cargo de la gestión de este servicio.

El conflicto surgido entre el GES de Valga y el gobierno local ya se enquistaba a principios de año, cuando incluso se celebró un pleno extraordinario para tratar la difícil situación creada y el alcalde hizo constar que había efectivos de dicho servicio que acudieron a la vía judicial para reclamar más de 1.400 horas extra anuales, "lo que supondría 16.390,24 euros por cada uno de los doce integrantes del grupo; un total de casi 200.000 euros que son inasumibles para el Concello".

Fue entonces cuando se reorganizaron los turnos y se intensificaron los problemas, ya que en algunos momentos solo quedaba un trabajador en activo, dado que había hasta cuatro bajas laborales y miembros del GES de vacaciones o disfrutando de días de asuntos propios.

El alcalde había mantenido negociaciones con el GES y sus representantes sindicales desde junio de 2018, y explicó que días después los miembros del grupo "solicitaron realizar guardias de 12 horas y no trabajar sábados ni domingos, cuando eso es ilegal".

El regidor también había argumentado que en 2018 el gasto del GES fue de 302.308 euros "que tuvo que adelantar el Concello".

A lo que añadió que "según el convenio firmado con la Xunta, Diputación y Fegamp el desembolso por parte de las arcas municipales asciende a 84.493 euros, y con ese dinero podemos contratar a cinco operarios durante todo el año para que realicen trabajos solo para los vecinos de Valga, mientras que el GES está actuando en otros cuatro municipios sin que estos hagan ninguna aportación económica".

Posteriormente llegaron las protestas y movilizaciones de los trabajadores del GES para reclamar unas condiciones de trabajo y un trato personal y profesional "dignos", acusando al ejecutivo local de llevar al colectivo a una situación de precariedad laboral.

Responsabilizaban al alcalde de entorpecer su labor con el diseño del calendario laboral y pretendían disponer de "un mínimo de dos personas de guardia con turnos de 24 horas".

En relación con esto, matizaban: "Desde la Alcaldía no quieren poner los turnos de 24 horas o buscar otra solución para corregirlo, a pesar de que llevábamos más de cuatro años con esos turnos de 24 horas y nunca hubo ningún problema".

Finalmente los hechos parecen confirmar que las relaciones entre las dos partes eran absolutamente irreconciliables. Habrá que ver qué sucede a partir del día 31.