- ¿Qué estrategias se han marcado para hacer frente a los nuevos retos de los mercados?

- Puesto que tenemos difícil competir en tamaño a la hora de atraer nuevos clientes o incrementar volúmenes de tráficos, nuestras herramientas deben ser otras: adaptabilidad, flexibilidad, eficiencia y sostenibilidad. Los puertos hemos expandido nuestro papel como proveedores de infraestructuras al servicio del transporte marítimo y gestores o supervisores de servicios para actuar como agentes dinamizadores del entorno. Además, tenemos encomendada la gestión de un recurso escaso y valioso, como es el dominio público portuario. Por todo ello, la proactividad, la coordinación, la cooperación y la gestión de la información son fundamentales: sólo desde el conocimiento y la comprensión de las necesidades de los operadores portuarios, y de los sectores productivo y logístico de nuestra área de influencia podemos tomarlas en consideración cuanto miramos hacia adelante. Tenemos una responsabilidad con nosotros mismos, con la comunidad portuaria y con el futuro de nuestro puerto, que es llevar a cabo una utilización del suelo portuario plenamente responsable y coherente, que atienda las actuales demandas -puntuales o permanentes- de los diferentes clientes del puerto sin coartar las posibilidades de crecimiento de la actividad portuaria en forma de captación o consolidación de tráficos a medio y largo plazo.

- ¿Considera posible un trabajo coordinado con otros Puertos del Noroeste que beneficien al conjunto frente a otros ejes, como el Mediterráneo?

- La posición geográfica de los puertos del noroeste y particularmente de los gallegos, tan próximos a grandes vías de comunicación marítima, nos ofrece sin duda una ventaja estratégica, y plantea un desafío: conseguir atraer hacia el transporte marítimo e intermodal cargas que actualmente no utilizan este medio de transporte, y posicionarnos como una alternativa competitiva frente a puertos de terceros países. Si conseguimos incrementar el volumen de mercancías que se mueven por vía marítima en España, y más concretamente en la fachada atlántico-cantábrica, todos los puertos nos veremos beneficiados. Entiendo que la proximidad con otros puertos refuerza nuestras reivindicaciones, por ejemplo, a la hora de reclamar mejoras en las infraestructuras del transporte- como el corredor atlántico- que resultan claves para el equilibrio y la cohesión territorial, y el desarrollo económico de nuestro entorno.