Como era de esperar, la afluencia de público a la Festa do Marisco de O Grove resultó masiva en la jornada de ayer. Puede incluso que acudiera más gente de la que se preveía, de ahí que durante buena parte del día se despacharan los tiques a un ritmo de 4.000 por hora.

Fue tal la multitud que tomó el recinto ferial de O Corgo que a las tres de la tarde el alcalde, José Cacabelos, explicaba que las colas alcanzaban "cientos de metros", a pesar de haber catorce cajas disponibles. A esa hora se habían vendido ya 16.000 raciones.

Y aún quedaba tiempo para vender muchas más, puesto que el regidor advertía en ese momento de que esas cajas de expedición de tiques no iban a cerrar de cinco a siete de la tarde, como estaba previsto, sino que permanecerían abiertas hasta atender a todos los comensales que esperaban.

Es por ello que, a la espera de conocer los datos oficiales, puede decirse que hasta las once de la noche de ayer pudieron haberse vendido unas 30.000 raciones; sin duda alguna una cifra que habla por sí sola de la trascendencia de este evento y de lo importante que resultó el Día del Pilar, a pesar de no haber puente festivo.La satisfacción del alcalde

"No hay palabras para describir lo que está sucediendo; hay decenas de miles de personas en el pueblo, las calles y los diferentes negocios están llenos y la gente no deja de acudir a la carpa para saborear nuestro producto", presumía el alcalde y edil de Turismo a primera hora de la tarde.

Lo cierto es que ayer O Grove se vio literalmente invadido por un número incalculable de gente; decenas de miles de personas atraídas por la fiesta gastronómica más importante de España que, inevitablemente, hicieron que se agotaran algunos de los productos existentes en la carta.

Eran ciudadanos llegados de toda Galicia y todas las regiones de España, además de muchos extranjeros. En suma, visitantes de todas las edades que desde primera hora de la mañana se hicieron notar en todo el pueblo, de ahí que la zona portuaria se llenara pronto de autobuses y turismos.

Barcos y restaurantes

Los barcos de pasajeros funcionaban "a toda máquina" mientras los bares, comercios y restaurantes no dejaban de llenarse, al igual que las carpas del recinto ferial.

Los rezagados, y aquellos que quieran repetir la experiencia, aún tienen la oportunidad de acudir hoy a la fiesta. Y además de una forma más relajada. Las cajas ya no abren en sesión vespertina, pero están disponibles de 11.30 a 17.00 horas.