Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Viticultores y bodegueros observan una caída del 25% en la producción de uva

También es mayor el grado de acidez pero conserva la variedad aromática - Algunas cooperativas apuran la recogida en fincas

Colas de vehículos a la espera del pesado de las cajas ante una bodega. // N. Parga

El vino de 2019 va a ser muy bueno pero habrá mucha menos cantidad. Viticultores y bodegueros coinciden en que la producción de este año va a ser la habitual en Rías Baixas hasta 2014 con una caída en torno a un 25% con respecto al año pasado y muy inferior a los años espectaculares cuando entraban en las cubas casi 40 millones de kilos.

El verano fue atípico y ello influyó sobremanera en las parras. "Hay menos racimos y la uva es mucho más pequeña porque no se ha hidratado lo suficiente", explica una técnica de "Paco&Lola", Nuria De La Torre Sayáns, que lleva una semana supervisando la entrada de miles de cajas de uva sobre las tolvas de la bodega de Meaño.

Es una uva diferente a años anteriores. "Es muy buena, con una graduación media de 13ª de alcohol por litro, pero muy ácida por lo que se hace necesaria una fermentación malaláctica a mayores, lo que también retrasará el proceso final de elaboración", explica.

Coincide con la opinión de los viticultores que ayer apuraban la mañana para tratar de introducir su cuota asignada en el almacén. "Los racimos no están tan cargados como otros años y los granos son irregulares, sin homogeneidad, los hay más grandes y otros más pequeños, pero está muy sana", observa Benito Vázquez, uno de los veteranos vendimiadores de la comarca.

Con todo, en las fincas, el ambiente era de satisfacción. Confían en que la campaña resultará rentable pues en las cooperativas y demás bodegas suele aumentar el precio si la cantidad es menor, por lo que compensarán la campaña con ingresos similares a los años de abundancia y menos gastos.

El pasado año, la uva se pagó entre 1,80 y 2 euros el kilo, pero confían en que en esta ocasión se mejore algo pues los factores producción, graduación alcohólica y estado fenológico se van a tener en consideración cuando se decida el precio definitivo.

Conviene señalar que todavía es el arranque de la vendimia y que el grueso de los trabajos se desarrollarán todavía en esta semana que entra aunque algunas bodegas han optado por apurar la entrada de uva, como "Paco&Lola", por lo que ayer el trasiego era tremendo en todo el recinto.

En Martín Códax optaron por una parada técnica el domingo con entrada solo de las cajas procedentes de fincas de colaboradores o el caso de Condes de Albarei que ha decidido que será a partir de esta semana cuando se acelere el ritmo.

Y es que es ahora el momento justo para la vendimia, cuando la uva presenta justo el estado adecuado para ser procesada. "Esperar una o dos semanas más puede alterar las condiciones necesarias para un buen vino", explica Nuria De La Torre.

Eso no quiere decir que antes no se hayan recogido ya algunos kilos y que más adelante también se tengan reservas para elaboraciones especiales, tales como los espumosos, o caldos de otras graduaciones o aromas diferentes.

Lo que se hace en estas fechas es recoger la uva para la vinificación genérica, para las botellas destinadas al mercado habitual y de ahí que sea ahora cuando ya se conoce el estado general en la Denominación de Origen.

Señalan en el sector que se trata de un año normal en el que las parras han vuelto a rendir como en los años normales, similar a la que se registró en el año 2014.

Los motivos se relacionan con un verano tardío que provocó un ciclo rápido de aproximadamente mes y medio y que al llegar un septiembre tan caluroso conllevó una cierta deshidratación de la uva. "No llovió y el viento del norte que se registró la pasada semana también influyó en esta cosecha", explica la técnica de la bodega consultada ayer.

Ahora bien, los primeros análisis confirman que los vinos van a ser muy buenos, ateniéndose al hecho de la graduación alcohólica, muy por encima de los años de abundancia que están relacionados con finales de verano más lluviosos, en los que la uva engorda pero baja el nivel de alcohol, la variedad aromática además de la acidez.

En "Paco&Lola" reconocían que a mitad de la próxima semana darán por concluidos los trabajos en las fincas, para continuar luego con el resto del proceso de producción pues la cosecha del pasado año está a punto de agotarse. "Contamos con que llegue hasta Navidad, pero de todos modos también vamos a intentar sacar para esas fecha, el Número 12, uno de los vinos más tempranos de la bodega", con lo que ya este año se podrán degustar las primeras elaboraciones de una añada que ya se presume va a ser excepcional.

Un año diferente también por otros factores como el hecho de que ha habido menos jornaleros, la vendimia se realizará en menos tiempo y en que la meteorología está ayudando a realizar la recogida a un ritmo muy homogéneo, aunque en algunas fincas el trabajo era frenético para cumplir con los tiempos marcados por las empresas que dibujaron el calendario de producción.

Compartir el artículo

stats