El patrón mayor de la Confraría de Pescadores San Martiño, Antonio Otero, se refiere al presunto agresor del guardapescas meco y a sus habituales acompañantes como "furtivos que tenemos localizados y llevan toda la puñetera vida aquí acabando con todo; gente con antecedentes penales que debería estar en la cárcel".

Se trata, añade, de individuos que "los vigilantes tienen controlados" y que resultan "violentos", profiriendo "constantes amenazas a insultos". Convencido de que "así como le causaron heridas pudieron haberlo matado", el patrón confirma que "el agresor fue uno, pero son siempre tres los que andan juntos y se meten en líos".