La segunda reunión para analizar las posibilidades de que el Bloque Nacionalista Galego entre en el gobierno de Cambados finalizó, al igual que la primera, sin acuerdo. Tres horas de encuentro en el que se pusieron encima de la mesa algunas de las cuestiones que han dividido a la izquierda cambadesa, pero en las que no se han registrado avances significativos. Ninguna de las tres formaciones que participó ayer en el encuentro quiso hacer declaraciones al respecto, más allá de garantizar que las negociaciones continúan abiertas a la espera de que se alcance un acuerdo de mínimos que, en principio, parece más próximo que hace dos meses, cuando el BNG decidió salir de la mesa de negociación al estar en desacuerdo con las propuestas que se ponían encima de la mesa.

La buena noticia para un posible tripartito es que, en este caso, las negociaciones continuarán, y lo harán en un nuevo encuentro, a celebrar en la próxima semana, aunque sin especificar el día, el lugar y la hora. En est cita participaron los ediles de las tres formaciones implicadas con sus líderes a la cabeza, Fátima Abal por el PSOE, Constantino Cordal por Somos y Víctor Caamaño por el BNG.

Los contactos para crear un tripartito en Cambados y garantizar la gobernabilidad se iniciaron la pasada semana, tras dos meses en los que las tres formaciones mostraron sus discrepancias en la sesión plenaria en la que se definían los salarios del grupo de gobierno.

Parecía que el punto de entendimiento estaba muy lejano, pero ha podido más la responsabilidad de ofrecer un gobierno a Cambados que las diferencias sobre las áreas de las que cada uno se encargaría en el mes de junio. Es más, durante estos dos meses, la alcaldesa ha mantenido las áreas de gobierno que tuvo el BNG en el anterior mandato para, en caso de que se retomasen las negociaciones, y estas llegasen a buen puerto, que los nacionalistas pudiesen volver a ocuparlas.

En el encuentro de la pasada semana se retomó un contacto que se había roto por completo, con las tres partes dispuestas a hacer borrón y cuenta nueva para encaminar las negociaciones.

Gobernar en minoría le ha pasado factura al actual bipartito, que ha visto como tan solo se aprobaba el sueldo de la alcaldesa, Fátima Abal, en una segunda sesión plenaria en la que la oposición, formada por BNG y PP, mantuvo al resto de ediles sin asignación económica.