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Esta semana se intensifica la vendimia que había arrancado el 28 de agosto, sobre todo en pequeñas bodegas, plantaciones familiares y grandes industrias vitivinícolas que querían elaborar los pies de cuba, espumosos u otros vinos especiales. Ayer ya se notó que la recolección está lanzada, y al final de la jornada el cómputo en la Denominación de Origen Rías Baixas se elevaba hasta casi un millón de kilos.

En este aún tímido arranque de la recolección se introdujeron en bodega 574.561 kilos de uva -toda de la variedad albariño- procedente de viñedos de O Salnés, casi 132.000 kilos en Condado do Tea -albariño y treixadura- y cerca de 28.000 kilos de uva albariña en O Rosal.

Este primer millón de kilos -la previsión es de unos 37 millones- demuestra que la campaña está en marcha, aunque bien es cierto que a un ritmo pausado. Como lo es que se acelerará a partir de mañana, y sobre todo desde el próximo fin de semana.

"Lo mejor de todo", sostienen tanto los viticultores como los bodegueros consultados ayer, es que "la uva está en perfectas condiciones; está sana y tiene gran calidad, por lo que obtendremos de nuevo un vino espléndido".

Así lo indican tanto los adscritos a la Denominación de Origen Rías Baixas como aquellos que permanecen al margen de esta marca de calidad y diferenciación. Todos apuntan que "es un buen año", y aunque se espera una leve reducción de producto en relación con el formidable ejercicio anterior, el volumen final resultará positivo para el sector vitivinicultor.

A la espera de ver cómo evoluciona la campaña, "a estas alturas puede decirse que todo pinta bien", señalan los viticultores que ayer se encontraban bajo las parras cortando racimos. Quizás menos que otros años, pues tanto ellos como los bodegueros confirman que "cada vez hay menos gente que quiera trabajar en esto".

Las dificultades para encontrar jornaleros, de las que dio cuenta FARO DE VIGO hace días, parecen hacerse notar, siendo este, quizás, el único aspecto negativo de la presente vendimia. Para más inri, incluso hay personas que están contratadas pero ayer no se presentaron a su puesto de trabajo, con el consiguiente trastorno para las bodegas afectadas.

Entre las que sí acudieron estaba María Martínez, una joven que afronta la que es su primera vendimia. "Necesitaba trabajar y aquí he encontrado una oportunidad, aunque solo sea por un par de semanas", indicaba la joven antes de aclarar que "es un trabajo duro pero divertido".

Mientras recogía racimos en una finca situada entre Guimeráns y Arosa, en el Concello de Meis, apostillaba que la empresa que la contrató le paga 6 euros la hora. "No es mucho, pero menos gano quedándome en casa", sentenciaba.

"Nosotros pagamos a 7 euros y nos costó mucho encontrar gente; y aún así ocho personas que iban a trabajar hoy (ayer para el lector) en esta finca no se han presentado", lamentaba el encargado de una cuadrilla de vendimiadores que se encontraba en algún punto entre Aldea de Arriba y Outeiro, también en Meis.

Con el problema que suscita la contratación de temporeros, e incluso con el agravante de que los jóvenes universitarios empiecen a incorporarse a sus centros formativos y residencias, por lo que tampoco están disponibles para vendimiar, lo habitual es "recurrir a la familia e incluso a los vecinos para que nos ayuden a recoger la uva", señalaba un productor en As Quintáns.

Eso de recurrir a la familia es lo que hizo un viticultor que se encontraba ayer en un viñedo de Gondarei de Arriba, en la parroquia de San Martiño de Meis, esperando la llegada de sus hijos para afrontar la recolección de su uva, destinada a la cooperativa vitivinícola cambadesa Martín Códax. "Ya nos han ordenado empezar a en algunas fincas hoy mismo, pero la mayoría de los socios lo harán a partir del miércoles", manifestaba.

Cerca de allí, en una parra del lugar de Caveiro, se encontraba una pareja que eliminaba hojas y preparaba las cajas para iniciar, mañana, la recolección de su uva, en este caso destinada a la bodega Pazo de Villarei.

Entre Guimeráns y A Bandeira también había ayer varios grupos de vendimiadores trabajando para la cooperativa Martín Códax (Cambados) y bodegas Mar de Frades (Meis), dos de las firmas que ya habían recogido uva la semana pasada para sus vinos especiales y que ayer arrancaban, podría decirse que oficialmente, la recolección con la que elaboran su laureado albariño, al igual que hará la bodega Granbazán (Vilanova) a partir del mañana y como prevén hacer en Bouza do Rey desde el lunes próximo.

Ni que decir tiene que hay bodegas donde el ajetreo es ya notable, mientras que en otras ultiman los preparativos para empezar a recoger la uva. En todas, como hacen los viticultores consultados a pie de parra, insisten en que las previsiones meteorológicas siguen siendo "buenas" y en que la uva está "muy sana", de ahí que esté siendo una vendimia muy escalonada, que se prolongará prácticamente hasta final de mes.