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Arousa cuenta con lagunas en viejas canteras que entrañan riesgos para los usuarios

Los peligros son derivados de la inestabilidad del terreno donde se asientan -Pedras Miúdas y Mina Mercedes son ejemplos de buenas y exitosas recuperaciones del entorno

Unos niños se lanzan al agua en Pedras Miúdas (Catoira) al paso de unos patos soltados por el Concello. // Noé Parga

"Instagramers" e "influencers" de internet pusieron de moda este verano la antigua explotación minera de Monte Neme, entre Carballo y Malpica, en cuyo corazón existe un lago con unas espectaculares aguas azul turquesa. No obstante, esas aguas son tan bonitas como peligrosas para la salud, al contener desde sílice hasta arsénico, pasando por plata. En O Salnés y Ullán no existen lagunas de este tipo afectadas por la contaminación química, pero sí hay masas de agua en el interior de viejas canteras al aire libre que pueden esconder riesgos para los visitantes.

El peligro está motivado fundamentalmente por las características del terreno en el que se encuentran. Se trata de antiguas canteras que no fueron restauradas, y en las que por lo tanto el suelo puede ser inestable. Puede haber, además, desniveles sin señalizar ni vallar de varios metros de profundidad. En el municipio de O Grove hay dos ejemplos de masas de agua en entornos modificados por el hombre, uno poco después de O Bao y otra en la cara sur del monte Siradella.

En ambos puntos existieron en su día canteras de piedra, pero llevan más de 25 años abandonadas. No hay peligrosidad de carácter químico en ninguna de las lagunas, y ambas son también poco profundas. Sin embargo, el terreno es relativamente abrupto, de ahí que entrañe algún riesgo.

Lo mismo sucede con unas pozas formadas en Vilalonga (Sanxenxo), donde en su día una empresa cerámica estuvo extrayendo barro. En este caso, las lagunas sí tienen una profundidad importante, y desde los servicios de emergencias alertan de que la peligrosidad del lugar es la propia de cualquier otra zona de terreno inestable.

Ejemplos de éxito

Pero en la comarca arousana hay también ejemplos de buenas regeneraciones de antiguas explotaciones mineras al aire libre. Están en Catoira y Valga, y gracias a los trabajos de mejora hoy son espacios públicos muy visitados.

Uno de estos dos casos de éxito es el de Pedras Miúdas, en Catoira, cuya laguna recibe en verano a cientos de bañistas.

Pedras Miúdas fue una cantera de piedra que quedó en el abandono tras cesar la extracción de granito. Poco a poco, se formó la laguna por la acumulación de lluvias, al tiempo que el espacio circundante iba convirtiéndose en un basurero.

Hasta que Catoira emprendió su recuperación gracias a las suculentas indemnizaciones recibidas como compensación por el paso de la vía del tren de alta velocidad por el municipio. Hoy, la laguna es una zona apta para el baño y con pasarelas y senderos para dar un paseo tranquilo por el entorno. La masa de agua, en el centro, tiene una profundidad de 30 metros.

Igualmente exitoso ha sido el proyecto del Ayuntamiento de Valga en Mina Mercedes. En esta laguna no se permite el baño y de hecho hay unas vallas para impedir el paso hasta la lámina de agua, pero no porque haya contaminación química.

No la hay, y de hecho, en la laguna han prosperado los peces y los patos, gansos y cisnes soltados allí por el Concello. Hay además un par de pantalanes desde los que se puede practicar la pesca de trucha sin muerte.

Mina Mercedes se formó en una antigua cantera de arcilla, que después se transportaba hasta una fábrica de ladrillos a través de una línea de vagonetas aéreas. Hoy, ocupa una superficie de 30.000 metros cuadrados, y es la laguna de origen no natural más grande de la provincia de Pontevedra. En su zona central, la profundidad es de 20 metros.

Tras los trabajos de recuperación, Mina Mercedes se ha convertido en uno de los grandes orgullos de Valga. Está bien señalizada en las carreteras -al menos en la de Vilagarcía-, hay un área de esparcimiento, un sendero perimetral de casi un kilómetro, se han plantado árboles de varias especies autóctonas, se ha colocado iluminación y se promociona el lugar como ideal para las excursiones escolares.

Un teleférico

El Ayuntamiento de Valga maneja actualmente un proyecto con el que quiere dar una vuelta de tuerca a su promoción turística, ya que pretende crear el que sería el primer teleférico de Galicia. Para ello, se rehabilitaría la antigua línea de vagonetas en las que se trasladaba la arcilla desde Mina Mercedes hasta la fábrica. La infraestructura podría sin duda marcar un antes y un después en lo que al turismo de Valga se refiere, y el Concello ha obtenido la complicidad de la Xunta de Galicia.

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