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El mejor fin de semana del verano y La comarca se deja invadir con gusto

Fiestas, playas y gastronomía movilizan a decenas de miles de personas y colapsan Arousa

Jóvenes de toda Galicia llegan a la estación de ferrocarril de Vilagarcía para asistir a la Festa da Auga. La masiva afluencia de bañistas bloquea el puente de A Illa, el istmo de A Lanzada, la vía rápida y la autovía

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Un día grande en la comarca de O Salnés

En coche, en tren e incluso en barco. La comarca de O Salnés y la ría de Arousa recibieron ayer la visita de decenas de miles de personas atraídas por sus playas, la gastronomía y la celebración de fiestas en prácticamente cada rincón, algunas tan importantes como la de San Roque, en Vilagarcía, donde hoy también es festivo.

Y es que se vive la afamada Festa da Auga, que junto a su noche "de movida" previa, hizo que ayer llegaran a la estación de ferrocarril visitantes procedentes de toda Galicia, sobre todo jóvenes.

Ya se había dicho en jornadas anteriores que entre ayer y hoy Renfe incrementaba en 1.500 las plazas disponibles, por lo que alcanzaba una oferta de 20.000 asientos.

A esos visitantes llegados en tren hay que sumar otros muchos -miles de personas- que se acercaron ayer en coche a la ciudad -de nuevo lo hacen hoy-, pues de este modo es más fácil entender el colapso que se vive en las calles y carreteras de Vilagarcía, muchas cortadas a causa de las actividades festivas.

Como colapso, este tristemente repetido, se sufrió en la vía rápida que conduce por el término municipal de Sanxenxo desde la Autovía do Salnés hasta la emblemática playa de A Lanzada y su istmo, igualmente bloqueado por el tráfico.

Suele ser lo habitual, pero ayer todo resultó tan extraordinario y complejo que las retenciones se extendieron a la propia autovía.

Desde primeras horas de la mañana, como de nuevo al caer la tarde, los automovilistas padecieron el caos habitual en dichas carreteras, lo que, consecuentemente, se trasladó al núcleo de O Grove, donde apenas cabe un alfiler en sus hoteles y restaurantes.

Con esta localidad turística y sus playas saturadas se demuestra de nuevo que la festividad del 15 de agosto -junto al puente festivo correspondiente- marcan el momento álgido de la temporada estival.

Como sucede en el conjunto de la comarca, de ahí que se agravaran ayer los también habituales embotellamientos en A Illa y Vilanova, especialmente en las inmediaciones del puente que une ambos territorios.

La misma lectura hay que hacer de otro municipio eminentemente turístico, Cambados, igual de masificado en este puente festivo, así como de otros lugares y ayuntamientos de la comarca en los que ayer se celebraban fiestas que, a la postre, contribuyeron a entorpecer la circulación rodada.

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