La plaza de abastos de Vilagarcía funciona en un edificio catalogado por Patrimonio que fue construido en 1929. En los últimos años el inmueble ha sido objeto de importantes inversiones para mejorar su estética y su funcionamiento, tanto de los puestos interiores como de los exteriores que rodean el mercado. También la plaza de la verdura, anexa al edificio principal, estuvo en obras y actualmente está separada físicamente del mismo. Además de la mejora de las instalaciones, la plaza de abastos de Vilagarcía despacha productos de primerísima calidad, pero los comerciantes entienden que es imposible dinamizar el mercado e incrementar la clientela sin una implicación de todos los sectores para acabar con esa imagen desoladora de los puestos vacíos. Actualmente la mayoría de los de pescado fresco y mariscos acuden a la plaza solo los martes y sábados, alegando que no le resulta rentable ir más días por falta de clientes.