El furtivismo castiga con dureza a especies como el pulpo y la nécora, cuyas campañas de pesca comenzaban a principios de julio. Desde entonces se han realizado importantes operativos por parte de Gardacostas de Galicia, a pesar de los cuales la captura ilegal de estas y otras especies sigue siendo una lacra que parece difícil de erradicar.
Esto se debe a que en verano aumenta la demanda de dichas especies, y además lo hace de manera notable, de ahí que a los ilegales les resulte más fácil colocar el producto obtenido ilegalmente, tanto si lo venden directamente al consumidor como si lo despachan en pescaderías y restaurantes que se prestan a ser cómplices de este proceder delictivo.
Miles de útiles ilegales
Lo cierto es que los funcionarios de Gardacostas, un servicio dependiente de la Consellería do Mar que actúa por tierra, mar y aire -en todas las rías gallegas, puertos y lonjas-, se han incautado de miles de nasas, cacharros del pulpo y todo tipo de útiles -sin señalizar o depositados en zonas prohibidas-, desde que comenzó la temporada.
Especialmente en Arousa, donde los efectivos de la unidad operativa con base en Vilaxoán (Vilagarcía) no dejan de levantar aparejos ilegales y llevarlos a puerto.
En el caso de los operativos ligados al pulpo y la nécora, puede decirse que el mes pasado los integrantes de Gardacostas recuperaron más de un millar de nasas y casi media tonelada de producto.
FARO ya explicó hace días que en ese primer mes de actividad las capturas de pulpo parecen haberse reducido respecto a julio de 2018, mientras que las de nécora aumentaron, como sucede con el camarón.
En buena lógica la cifra obtenida podría ser mucho mayor si no existiera esa actividad furtiva que causa serios perjuicios en las pequerías y entraña una competencia desleal que va en detrimento de los pescadores profesionales que actúan legalmente.