El poder de atracción de la gastronomía autóctona ha vuelto a quedar plenamente confirmado en el arranque de la Festa do Mexillón e o Berberecho en Vilanova. Un evento que alcanza en esta edición sus 25 años de vida confirmándose como una de las citas estivales del buen comer por antonomasia.

La presencia de la lluvia durante todo el día no fue inconveniente para que los comensales se fuesen agolpando por decenas en la carpa instalada en el Xardín Umbrío. Prácticamente desde el mediodía comenzaron a formarse colas para poder degustar algunas de las muchas opciones que presenta una variada carta.

El propio alcalde de la localidad, Gonzalo Durán, destacó que "el fin de semana promete ser muy animado", a tenor del éxito de una primera jornada en la que ni la utilización del paraguas y el chubasquero restó las ganas de compartir las exquisiteces de los productos del mar en el paladar.

Alfonso Rueda, vicepresidente de la Xunta de Galicia, también estuvo en el acto de inauguración para poner en valor lo amplio de la oferta turística en la comarca, incluso en días de lluvia. "Es una buena oportunidad para comprobar lo mucho que se puede hacer incluso en días de lluvia. Tenemos que promocionar los muchos productos que tenemos y demostrar también que hay muchísimas razones para disfrutar con independencia del clima".

De lo que tampoco le cabía duda a Alfonso Rueda es del atractivo que supone una gastronomía de calidad, "es una de nuestras señas de identidad y también uno de nuestros poderes de atracción", apuntando como ejemplo la concentración de comensales que se esperan estos días en el comedor vilanovés.

Desde arroces, empanadas y en diferentes preparaciones, se esperan despachar un total de 10.000 kilos de mejillón y otros 5.000 de berberechos. Por delante esperan tres día que apuntan a una incesante actividad en los fogones del Xardín Umbrío puesto que la buena mesa le ganará estos días la batalla a las horas de playa.