Los problemáticos abrojos siguen dando dolores de cabeza a todos aquellos bañistas y vecinos que se acercan a las playas de la Concha Compostela en Vilagarcía. Esta planta, conocida científicamente como "tribulus terrestris", suelta unos frutos que, con el paso del tiempo, se endurecen y se convierten en unas espinas duras que se quedan en el suelo de las playas y se pueden clavar en los pies o calzado de los turistas. En los últimos días se han dado, incluso, casos en los que llegan a pinchar las ruedas de las bicicletas que pasan por encima de ellos.

Con el objetivo de limpiar los suelos de estos peligrosos "erizos", el Concello está convocando a pequeñas brigadas de operarios para que retiren todos los restos que sean posibles. En los últimos días se ha procedido a la segunda limpieza y, estos equipos, formados habitualmente por tres miembros, extraen cerca de seis bolsas de restos por jornada.

En la mañana de ayer, miembros del Concello, acompañados por un pequeño grupo de voluntarios de la asociación BATA, conformaron un equipo de trabajo más grande, de hasta ocho operarios, con el fin de multiplicar la tarea de extracción. Esta tarea de limpieza es lenta y complicada, ya que las instrucciones de los expertos obligan a los operarios a retirarlos manualmente ya que, en caso de introducir maquinaria, ésta afectaría a toda la vegetación y no solo a la especie que se quiere eliminar. Además, los estudios dicen que la introducción de maquinaria tendría un efecto negativo, ya que ayudaría a la propagación de la semilla por nuevos lugares en los que todavía no se ha asentado.

Los trabajos se están llevando a cabo siguiendo las instrucciones de identificación y actuación que los técnicos de la Estación Fitopatolóxica do Areeiro transmitieron al Concello el año pasado después de que el gobierno local se pusiera en contacto con los expertos, cuando se decidió actuar por primera vez para solucionar este problema natural.

Las batidas de limpieza continuarán durante todo el verano, pero esta medida se entiende como una solución temporal, ya que la lentitud de las tareas de extracción no permite que se pueda garantizar una completa seguridad en las playas. Para mejorar la situación, el concelleiro de Medio Ambiente y Playas, Diego García, confirma que el Concello está haciendo nuevas consultas con profesionales especializados para tratar de buscar una solución definitiva contra la proliferación de la problemática especie vegetal.