Aventurar un plazo de finalización para el Auditorio de Vilanova es una decisión muy arriesgada. El inmueble, situado en la zona de O Esteiro, lleva cuatro años en construcción y, siempre que alguien se ha atrevido a dar una fecha, ha surgido algún inesperado inconveniente que ha ido dilatando la obra hasta los más de cuatro años que lleva en marcha. Todo ello pese a que el plazo de finalización era de tan solo seis meses.
El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, se aventuró este fin de semana a dar un plazo aproximado de un mes para que las puertas del Auditorio se franqueen. No en vano, a las obras de remodelación de la antigua casa da cultura de O Esteiro tan solo le quedan el pintado de las paredes, la instalación de la tarima y colocar el equipamiento y mobiliario necesarios, algo que en otras obras "se resuelve en tan solo un mes". Las obras en estos momentos se están centrando en el salón de actos, lugar en el que se van a instalar unas 240 butacas y en septiembre se espera que la Escola de Música regrese a O Esteiro, después de pasar estos cuatro años aislada en el pazo de Vista Real. En la financiación de las butacas y del mobiliario necesario para poner en marcha el Auditorio, el Concello de Vilanova espera contar con la colaboración económica de la Consellería de Cultura, a través de alguno de los programas de colaboración con el que cuenta.
La construcción del Auditorio de Vilanova se inició antes de las elecciones municipales del año 2015. En un primer momento, las obras avanzaron a buen ritmo hasta que la concesionaria se encontró con una línea de media tensión cuya presencia afectaba el ámbito de las obras. Nadie había contemplado este hecho en el proyecto inicial, lo que llevó a la Diputación de Pontevedra a paralizar temporalmente el proyecto. A partir de ese momento comenzó una serie de enfrentamientos entre el Concello y el organismo provincial, al no comunicarle este último la decisión. Ese problema se resolvió asumiendo la Diputación el coste de la obra y el Concello su dirección. Parecía que el conflicto era simplemente político, pero problemas con las sucesivas empresas responsables de finalizar la construcción acabaron dilatando en exceso la ejecución de un edificio que aspiraba a abrir sus puertas durante la celebración del 150 aniversario del mayor talento literario que ha dado el municipio, Ramón María del Valle-Inclán. Sin embargo, este efemérides pasó en 2016 con el inmueble a medio construir y, probablemente, no tendrá ningún tipo de actividad hasta después de este verano, cuatro años después de iniciar su construcción.
